Han transcurrido apenas dos meses desde el nacimiento en una explotación ganadera de una comunidad de montes del municipio pontevedrés de O Grove de un becerro enfermo, con problemas neurológicos que le impiden caminar. Se llama Lázaro y su caso es prácticamente único puesto que es el primero de su especie en tener una silla de ruedas en España y el tercero del mundo.

No en vano, se la han hecho a medida en el Santuario Vacaloura en Santiago, lugar en el que vive ahora, cuenta la cofundadora de la asociación, Inés Trillo, en una entrevista con Efe, y asegura que la diseñaron su compañero Mario Santiago y ella gracias a la única ayuda de su vecino que es soldador.

Es una estructura metálica con arneses, que acaban de estrenar y están plenamente satisfechos con el resultado, ya que Lázaro se acostumbró muy bien a ella. Para elaborarla se inspiraron en los otros dos casos que conocen, el de un ternero en Israel y otro en Gran Bretaña.

el animal está mejorando en movilidad «gracias a los ejercicios con la silla de ruedas»

Todavía no saben cuál es exactamente la enfermedad que tiene Lázaro, relata, ya que, después de comprobar con las pruebas pertinentes que no tenía malformación alguna en el cerebro, «pensaron que podía ser una hipoxia cerebral», es decir, que al nacer se quedase sin oxígeno y esto le provocase secuelas en el aparato motor, ya que fue un parto complicado en el que también «se le rompieron las costillas».

 

Sin embargo, les comunicaron que «si esa era la causa» no iba a tener solución, mientras que lo cierto es que el animal está mejorando en movilidad «gracias a los ejercicios con la silla de ruedas», por lo que es posible que esa no sea su patología.

Antes Lázaro no conseguía apoyar bien la planta de los pies de sus patas de atrás, mientras que ahora las coloca correctamente e «incluso tiene coordinación», por lo que su problema es, en el presente, que abre demasiado sus extremidades delanteras y «no consigue estabilizarse».

Después de estos avances, desde Vacaloura no pierden la esperanza de que pueda llegar a levantarse y andar, y para ello ahora el becerro hará un tratamiento de acupuntura y fisioterapia con una experta.

Su dolencia no es un caso raro, nacen muchos terneros con problemas de movilidad, «lo que pasa es que normalmente los sacrifican», relata Trillo, ya que en las explotaciones ganaderas «no se les suelen dar ni los tratamientos ni los cuidados que necesitan» al suponer «pérdidas económicas».

Ése no fue el destino de Lázaro, que tuvo la suerte de que intentaron curarlo con diferentes «ejercicios» desde que nació, pero cuando en Vacaloura conocieron su historia a través de la prensa sus dueños «ya se estaban dando por vencidos» e «iban a sacrificarlo» porque no se iba a poder valer por sí mismo en el monte.

Fue entonces cuando les ofrecieron la alternativa de que Lázaro se fuese a vivir al refugio para darle los cuidados que necesita y que así pudiese tener una vida digna y no fuese condenado a muerte por causa de su discapacidad.

En este lugar, Lázaro convive con doscientos animales, entre los que hay equinos, cerdos, ovejas, cabras, gallos, gallinas, patos y palomas, en una finca de seis hectáreas pensada para que puedan ser felices hasta el final de sus días.

El hecho es que esta asociación se dedica a rescatar animales en situaciones de maltrato o abandono, por lo que también hay otros con problemas similares a los de Lázaro, como «un cerdolí que recibió un disparo en la columna y se quedó sin movilidad» o una coneja con dos semanas de vida que sufrió el mordisco de un perro y no puede caminar.

En Vacaloura no dejarán de intentar que Lázaro y el resto de sus particulares vecinos recuperen la movilidad, pero si no lo consiguen les darán igualmente una buena calidad de vida, la que se merecen, dicen sus cuidadores, en este oasis en el que convivirán hasta que se mueran naturalmente.

(Texto y fotos: Ana González / Efeagro)

(Video: elprogreso.es)

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