Las ventas de aceite de oliva registraron un incremento mensual del 90% en marzo, marcado por la declaración del estado de alarma y el confinamiento por el coronavirus, y crecieron un 6 % respecto al mismo mes de 2019, según la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac). Un incremento que choca con la otra realidad denunciada por COAG, los precios en el campo han caído un 15% por culpa de los especuladores».

Las empresas de Anierac registraron “salidas extraordinarias” de aceite, con una comercialización de 79,65 millones de litros, de los que 44,9 millones correspondieron al conjunto de categorías de aceite de oliva.

La venta global de aceites repuntó un 53,7% respecto a febrero y un 41,1% en comparación con marzo de 2019, según las estadísticas de Anierac difundidas este miércoles.

El incremento de comercialización de marzo se refleja en el total acumulado de los primeros seis meses de campaña (entre octubre de 2019 y marzo de 2020), que asciende a 190,3 millones de litros de aceite, un 13,58 % más que en el mismo período de la campaña olivarera precedente.

De este volumen, 177,2 millones correspondieron a todas las categorías de aceite de oliva, que subió un 7,8%: 74,8 millones de virgen extra (+17,7%); 11,6 millones de la modalidad “oliva virgen” (-16,3%); 64,4 millones a oliva “suave” (+8%); y 26,6 millones a oliva “intenso» (-3,6%).

Las ventas acumuladas de aceite de orujo de oliva subieron un 8,6 % en los primeros seis meses de campaña, hasta los 6,5 millones de litros.

La especulación se favorece del estado de alarma mientras caen los precios en el campo

Por su parte, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ya ha denunciado las prácticas especulativas que se están dando en el mercado del aceite de oliva, acentuadas  con la situación de Estado de Alarma por la crisis sanitaria por coronavirus. “Un significativo aumento de la demanda ( +31 en hogares), una menor oferta (-37,6% de producción en última campaña) y el buen ritmo de las exportaciones, contrastan con una caída de los precios en el campo ( -15%). Esto evidencia que hay operadores que están destruyendo valor del campo a la mesa. No es lógico que con esta situación de mercado,  los precios al agricultor (1,90 €/kg) se sigan situando muy por debajo de los costes de producción, 2,70 euros/kg.”, ha subrayado Juan Luís Ávila, representante de COAG en la Interprofesional del Aceite de Oliva.

Desde COAG ya se ha pedido a la a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) que abra de forma urgente una investigación para identificar a aquellos operadores que están destruyendo valor en la cadena del aceite de oliva.

“La AICA tiene que empezar inmediatamente a verificar que, en los contratos de compra-venta de aceite de oliva, a la hora de fijar el precio se respeta el coste de producción, tal y como recoge la última reforma aprobada de Ley de mejora de la cadena alimentaria. Es intolerable mantener una situación tan crítica por más tiempo cuando hay un repunte del consumo que está beneficiando a todos los operadores de la cadena menos a los olivareros”, ha subrayado Ávila.

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