Ginés Mena / Efeagro

El aceite de oliva encadena una nueva semana de devaluaciones en los precios en origen, pese al buen ritmo de la comercialización y la caída de producción derivada de la pertinaz sequía, que no sólo pone en riesgo la campaña actual, sino que anticipa graves riesgos para el próximo ejercicio 2018-2019.

Fuentes del sector agrario consultadas por Efeagro afirman que las cooperativas tienen que hacer las «liquidaciones» o pagos a sus agricultores socios a finales de año -falta sólo un mes- y también tienen que aligerar almacenes para dar cabida a la nueva producción.

En este contexto, las cooperativas están ofertando actualmente mucho aceite de oliva y, como los envasadores son conscientes de esta circunstancia, sólo están dispuestos a comprar «a la baja».

Desde Infaoliva se puntualiza que los precios en origen suelen bajar cada año por estas fechas

A esto, se suma la entrada de aceites de importación -desde Portugal y Túnez- en la Unión Europea (UE), que distorsiona el mercado interno.

El Sistema de Información de Precios en Origen (POOLred) muestra del 11 al 17 de noviembre un total de 71 operaciones entre almazaras y comercializadores por 4.715 toneladas y 3,49 euros/kg de media.

Por categorías, el virgen extra cotiza a 3,54 euros/kg en este período; el virgen a 3,44 y el lampante a 3,51; una semana antes se situaban en 3,64, 3,57 y 3,48 euros/kg, respectivamente.

Desde Asaja en Jaén, primera productora nacional, inciden en que «esta tensión ilógica a la baja» en el mercado español ha provocado que el aceite de España sea el más barato en cuanto a precio (sólo por encima del tunecino), si se compara Italia o Grecia.

El secretario general de la patronal de almazaras industriales Infaoliva, Enrique Delgado, destaca a Efeagro los positivos datos de comercialización durante el inicio de campaña, aunque puntualiza que los precios en origen suelen bajar cada año por estas fechas.

Según Delgado, los compradores demandan sobre todo «aceites nuevos», los primeros de esta campaña 2017-2018, mientras que los almacenados «están un poco más parados», lo que explicaría también los descensos de cotizaciones durante las últimas semanas.

Sobre el mercado mundial, señala la situación de «equilibrio» previsto para este año entre la oferta y el consumo, al tiempo que no hay grandes stocks que puedan provocar distorsiones.

Tampoco cree que las mayores producciones en Túnez -espera un récord de 200.000 toneladas- puedan lastrar las ventas de España, porque el país magrebí, en el mejor de los casos, exportará 100.000 toneladas y «esto es lo que produce la provincia de Granada».

El responsable de COAG en la Interprofesional del aceite de oliva, Juan Luis Ávila (secretario de COAG-Jaén) recuerda el gran retraso que lleva la campaña este año, sin precedentes, hasta el punto de que muchas cooperativas en esta provincia ni siquiera han abierto a la recepción y no lo harán hasta el 27 de noviembre o 1 de diciembre.

Una situación que también está afectando al empleo, porque hay cuadrillas del olivar que no pueden comenzar a trabajar aún.

«El olivar está totalmente seco» y las primeras recolecciones muestran una producción inferior a lo que se esperaba

Los oleicultores de secano esperan porque no tienen alternativas -si no llueve no recogerán ni una aceituna porque no tienen calibres ni rendimiento graso- y los de regadío ansían que caigan precipitaciones para que mejore el vigor de los olivos, muy debilitados, y dañar la raíz los menos posible durante la recogida.

«El olivar está totalmente seco» y las primeras recolecciones muestran una producción inferior a lo que se esperaba, agrega.

Por su parte, UPA cree que la actual cosecha será un 20 % más corta que la pasada porque «la falta de agua en otoño está provocando que la aceituna no engorde y esté muy arrugada».

«Si no llueve pronto y de forma generosa, nos encontraremos con árboles muy castigados, con pocas reservas, lo que condicionará la carga del próximo año», aseguran desde la organización, que recuerda el desastre que ha experimentado también la campaña de aceituna de mesa este año, con mermas de hasta el 80 % en zonas de Extremadura.

Según los datos, todavía provisionales, de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), el inicio de la campaña 2017-2018 ha sido muy positivo, con un incremento del 9,5 % de las salidas al mercado con respecto al mismo período del año anterior, y un total de 115.660 toneladas de aceite de oliva comercializadas en octubre, de acuerdo a los datos de Cooperativas Agro-alimentarias.

Los olivos acumulan un déficit hídrico de varios años, lo que puede conllevar «una desastrosa campaña 2018-2019, teniendo en cuenta la predominancia del olivar de secano», al tiempo que los niveles embalsados anticipan futuras restricciones

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