El secretario técnico de la Asociación de Empresas Vinícolas de Extremadura Asevex, Jacinto Guerra, estima que la compra de uva a un precio mínimo de 54 centímos el kilo, como ha exigido la organización agraria La Unión, no permitiría a las bodegas ser «competitivas» en la venta.

Según expuso este jueves La Unión de Extremadura en una nota, las bodegas elaboradoras de cava en Cataluña están firmando contratos de compra de uva a 60 céntimos el kilo, mientras que las de Almendralejo ofrecen “precios muy inferiores” a los agricultores por las mismas uvas.

En este sentido, la organización apuntaba que los cálculos realizados por la Universidad extremeña y publicados por la Junta de Extremadura establecen que el coste de producción de un kilogramo de uva ronda los 54 céntimos.

LOS PRECIOS A LOS QUE VENDEN EL CAVA «NO SON LOS MISMOS EN EXTREMADURA QUE EN CATALUÑA»

Al respecto, Guerra ha afirmado en declaraciones a Efeagro que «efectivamente los precios son más bajos que en Cataluña» lo que es «normal» porque las circunstancias de coste no son las mismas, «Extremadura es una cosa y Cataluña es otra», ha dicho.

Asimismo, el secretario técnico de Asevex ha señalado que los precios a los que venden el cava «no son los mismos aquí que en Cataluña» y que «mucho vino del que sale de aquí, vino base de cava, va para Cataluña, por lo que tenemos un gasto de transporte».

«Cada agricultor tiene unos costes», ha señalado Guerra, y «comprando uva aquí a 54 céntimos el kilo» los productores no pueden ser competitivos en la venta de vinos, ya que estarían «fuera de mercado».

En esta línea, ha aclarado que los precios en la región rondan los 42 ó 43 céntimos por kilo de uva para cava, «un 30 por ciento superiores a los que hubo el año pasado».

«En definitiva, nunca podremos estar a los mismos niveles de precios que Cataluña, es imposible», ha incidido.

En cuanto al adelanto de la vendimia por la sequía y el calor, el secretario de las empresas vinícolas de Extremadura ha comentado que ante la moderación de las altas temperaturas por lo que no habrá «tanto adelanto como se pensaba» y será cuestión de días, a lo sumo de «una semana respecto a lo habitual».

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