Comienza la campaña de las hortícolas de invierno en la provincia de Sevilla marcada por la sequía y los altos costes de producción. La alcachofa, un cultivo que ganaba terreno en la provincia gracias a la gran demanda y a los precios prefijados que cotiza, ha visto reducida su superficie de 60 hectáreas a sólo 14. Como ya viene ocurriendo con otros cultivos, muchos agricultores de Sevilla se han visto obligados a plantar las crucíferas en otras provincias con mayor dotación de agua.

Las crucíferas pertenecen a la familia de las asteráceas, la misma del girasol, la lechuga o el cardo. Su origen se sitúa en el suroeste asiático, aunque también se habla del norte de África. La coliflor, la col, la col rizada o el brócoli son crucíferas habituales en los cultivos del Bajo Guadalquivir.

BRÓCOLI Y CLORIFLOR ESTÁN MUY AFECTADOS POR LAS ALTAS TEMPERATURAS

Los productores de brócoli y coliflor de Andalucía aseguran que la actual campaña 2022 será una de las más complejas que hayan vivido en años. Los daños al cultivo por la sequia junto al constante incremento en los costes auguran una situación difícil en la zona.

El sector, según COAG Sevilla, hace un balance negativo y preocupante de esta campaña, por la dificultad que experimentan todos los productores para repercutir los costes a los intermediarios y a la distribución y obtener unos precios dignos en origen tal como defiende la Ley de la Cadena Alimentaria. El sector se enfrenta a una de las campañas más complejas de los últimos años. Si continúa la falta de insumos o la escalada de precios energéticos, producir alimentos se convertirá en una actividad de elevado riesgo para empresas y agricultores.

Además se han tenido que adelantar las siembras, que con las elevadas temperaturas, tanto diurnas como nocturnas, provocarán que los cultivos de las próximas tres semanas se vean seriamente afectados. La raíz de la planta es incapaz de asimilar los nutrientes a tan elevadas temperaturas, lo que repercutirá en una merma considerable de la producción esperada y un perjuicio económico grave.

PUEDE LLEGAR A HABER UN DESABASTECIMIENTO DE ALCACHOFA

La alcachofa, por su parte, se ha convertido en un cultivo muy importante en la capital andaluza debido a su alto componente social. Para su siembra se clavan estacas o esquejes directamente en la tierra. Este proceso se debe realizar de forma manual, lo que repercute en jornales y puestos de trabajos. Si los cultivos de crucíferas se ven afectados negativamente, peligran explotaciones familiares, agroalimentarias, cooperativas y miles de jornales. Por otro lado, este sistema de plantación reduce el tiempo de cosecha de la alcachofa a 4 ó 5 meses después de plantar, de forma que la recolección debería comenzar en octubre y finalizar en primavera.

Debido al incremento generalizado de los costes de producción, las crucíferas este año pueden tener otros mercados y otros precios, e incluso puede haber desabastecimiento. De esta forma, se prevé que el 20% de la producción en fresco de alcachofas y el 80% de la de industria vaya destinada al mercado europeo. Los principales países que importan alcachofas de España son: Francia, Italia, Reino Unido, Países Bajos, Alemania y Bélgica.

La alcachofa española es un producto muy codiciado por el sector gastronómico porque su corazón es mucho más denso, con más molla, y su sabor y aroma son de un producto de kilómetro cero. Se trata de un vegetal que destaca por sus numerosas propiedades y que contribuye a cuidado de la salud por ser una fuente de nutrientes, vitaminas y minerales. Su tacto y sus diferentes formas de ser cocinada, la convierte en un producto estrella de la gastronomía internacional.

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