Las negociaciones para la contratación de leche de oveja en Castilla y León continúan, pero los avances hasta el momento son escasos. a pesar de las protestas del sector. Tras varios meses de contactos entre producción e industria sigue sin llegarse a un acuerdo definitivo que resuelva esta situación de forma satisfactoria para todas las partes. Y advierten de que, como ya pasa en Europa, ya se ha reducido la cantidad de leche producida.

Mientras tanto, el sector ganadero sigue inmerso en una posición que es de sobra conocida por todos, el fuerte incremento de los costes de la materia prima para la alimentación animal, el incremento de los costes energéticos o el de la mano de obra, continúan su escalada en las explotaciones, lo que las deja en una situación muy complicada y sin rentabilidad.

El gran problema sobrevenido por la crisis de Ucrania, sumado a la falta de precipitaciones no hace más que ensombrecer un panorama nada halagüeño de cara a la primavera para nuestros socios, que dan por hecho un encarecimiento aún mayor de sus costes, derivados del alza de los cereales y de los costes energéticos que acarrearán estas dos circunstancias. Ante esta situación se podrían producir cambios en las planificaciones de las explotaciones que se reflejen en descensos del volumen de leche producida y por tanto de menos producto disponible en el mercado.

Esta reducción de leche no es algo limitado a Castilla y León, ni a España. A nivel europeo, ya se ha reducido la cantidad de leche producida en 2021, lo que ha hecho que los precios de los productos industriales, mantequilla y leche en polvo principalmente, hayan experimentado un importante incremento en sus cotizaciones en las últimas semanas, algo que paralelamente debería traducirse en incrementos del precio de la leche que perciben los ganaderos de las tres especies.

Desde Urcacyl quieren apelar a la responsabilidad de todos los agentes del sector que participan en estas negociaciones, «para resolver una situación que se dilata en el tiempo y que daría seguridad y certidumbre a la actividad de todas las partes. Nos reiteramos en nuestras peticiones, suscripción de contratos anuales y cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, trasladándose el incremento de los costes de producción de los ganaderos al siguiente eslabón, la industria. Algo que también es exigible a la distribución, de forma que cada elemento de la cadena de valor soporte el incremento de costes correspondiente hasta llegar a los lineales, de otra manera los ganaderos están condenados a la desaparición y al cierre de sus explotaciones».

Por todo esto, aseguran que los ganaderos «solamente están pidiendo lo que les corresponde, unos precios justos con los que cubrir, al menos, los costes de producción. Ésta es su lucha, y desde Urcacyl en representación de las cooperativas ganaderas debemos poner todos los medios a nuestra disposición para visibilizar esta situación».

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