Comercializadoras asociadas a APROA-COEXPHAL han procedido a la destrucción voluntaria de más de 100.000 kilos de pepino como llamada de atención ante la situación crítica que se está viviendo en los últimos días por los bajos precios de mercado de esta hortaliza.

El exceso de oferta, propiciado por las altas temperaturas de este mes de diciembre, está haciendo que la demanda de pepino no alcance las expectativas del sector en este periodo previo a Navidad. El punto de inflexión ha tenido su origen en el incremento de producción, respecto a la que se puede considerar normal para estas fechas.

Entre las semanas 48-50 se aprecia un incremento de producción que ronda el 15% respecto al mismo periodo del año anterior. Como consecuencia, los precios ahora mismo se sitúan por debajo de las medias de los últimos 4 años. En la campaña 2017/2018 las empresas asociadas a APROA-COEXPHAL vendieron 29.000 toneladas de pepino en esas mismas semanas.

Además, otro factor que también está influyendo es la situación vivida últimamente en el transporte debido a las protestas de los “chalecos amarillos franceses” con la retención de camiones y la falta de estos para poder transportar mercancía a Europa. Todo esto está ocasionando la llegada agrupada de producto a los mercados europeos, ya que los camiones alcanzan su destino sin orden y con importantes retrasos. Al mismo tiempo, los almacenes en origen están llenos y los invernaderos con la recolección ralentizada.

Cabe recordar que, por ejemplo en el campo de Granada,  los productores de pepino llevan más diez días vendiendo por debajo de los costes de producción –el nivel de rentabilidad se sitúa en 40 céntimos el kilo mientras que desde el 8 de diciembre el kilo de pepino se está pagando a unos 20 céntimos– y el nerviosismo, la preocupación y la indignación se extienden por el campo de Motril, Castell o Albuñol. Ha vuelto a estallar la temida crisis del pepino y la respuesta es la retirada del mercado de 100.000 kilos.

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