La reciente venta de Freixenet a la alemana Henkell y el interés que ha mostrado recientemente un fondo estadounidense por Codorníu reabren el debate sobre la difícil pervivencia de la estructura familiar en muchas bodegas españolas frente al empuje de grandes inversores y «multinacionales» del vino. El presidente del Consejo Regulador de la DO Cava y director de Comunicación de Freixenet, Pedro Bonet, explica a Efeagro que las adquisiciones de compañías familiares responden a la evolución normal en un sector que madura y se globaliza.

Algunas de esas bodegas están ahora bajo el mando de la cuarta o quinta generación, lo que provoca a veces problemas de reparto dentro de las familias, según ha especificado Bonet.

Henkell (grupo Oetker) adquirió el 50,67 % de las acciones de Freixenet por unos 200 millones de euros, tras alcanzar un acuerdo de cooperación con José Ferrer Sala y José Luis Bonet, que optaron por no vender y conservan el resto de las acciones.

«Yo he trabajado muchos años en la Champaña, que tiene 150 años más de historia que el cava, y prácticamente no quedan bodegas de este estilo» (totalmente familiares) en esa zona de Francia; y han acabado todas integrándose en grupos internacionales, explica Bonet.

Con frecuencia, las familias que dieron vida a las bodegas permanecen en los grupos pero controlan sólo parte del accionariado, más aún cuando, muchas veces, los intereses de las futuras generaciones «no son homogéneos y hay gente que prefiere vender».

Tras la venta de Freixenet, Codorníu centra todas las miradas

Fuentes de Codorníu Raventós reiteran a Efeagro que trabajan para incorporar a su accionariado un nuevo socio minoritario externo, para dar salida a algunos accionistas, tras rechazar la oferta del fondo estadounidense Carlyle, que aspiraba al control mayoritario.

Cuando faltan unos tres meses para el cierre del actual ejercicio fiscal, Codorníu Raventós -con una accionariado conformado por 216 miembros de la familia- espera alcanzar un ebidta de unos 30 millones de euros y unos beneficios operativos de 11 millones.

El secretario general de la sección sindical de CCOO en Codorníu, Antonio Cruces, explica que los grandes grupos intentan controlar el mercado y las bodegas familiares tienen dos opciones: entrar en la guerra de precios -lo que les conducirá posiblemente a su absorción al no poder competir con los espumosos baratos- o diferenciarse con productos de valor para conservar rentabilidad e independencia.

Cruces puntualiza que, según les ha transmitido la compañía, sólo una minoría de los accionistas de Codorníu quiere vender, lo que lleva a la firma a buscar un socio que compre entre el 20 y el 23 %.

Ha asegurado que la plantilla desea que la empresa familiar más antigua de España, con raíces desde 1551, siga controlada por la actual saga de propietarios y desarrolle su plan estratégico, centrado en el valor añadido y en la calidad frente a los volúmenes.

La concentración empresarial y las adquisiciones a bodegas pequeñas o familiares han sido habituales en los últimos años, conformando grupos cada vez más grandes y productos diversificados, a veces en varios países.

La portuguesa Sogrape -propietaria de la riojana LAN desde 2012 y con bodegas en Argentina, Chile o Nueva Zelanda- anunciaba en marzo la compra de Aura (DO Rueda) a Pernod Ricard Winemakers.

Pernod Ricard, que en 2016 vendía a González Byass marcas emblemáticas del Marco de Jerez, también vendía a finales de 2017 la marca Siglo (DOCa Rioja) y Vinícola Navarra y sus marcas a Manzanos Enterprises -que controla ya once bodegas- aunque la primera mantiene su apuesta por España (Campo Viejo, Azpilicueta, Alcorta, Ysios o Tarsus).

Entre las operaciones más destacadas de los últimos años, el primer grupo chino y uno de los diez mayores del mundo, Changyu Pioneer Wine, adquiría en septiembre de 2015 el 75 % del capital de Hacienda y Viñedos Marqués del Atrio (DOCa) por 35 millones, a la Familia Rivero, aunque ésta sigue siendo parte activa en la gestión.

En nuestro país, junto a Freixenet o Codorníu conviven grupos cada vez más dimensionados como Faustino, Perelada, González Byass, J García Carrión, Félix Solís Avantis o Torres, entre otros.

(Texto: Ginés Mena / Efeagro)

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