Cuando apenas quedan quince días para comenzar la molturación en Toro, y posteriormente en Miranda y La Bañeza, UPA ha alertado sobre el peligro de que desaparezcan las ayudas asociadas del Ministerio de Agricultura al cultivo de la remolacha si Azucarera sigue en sus trece de no negociar un nuevo AMI que dé estabilidad al sector a corto, medio y largo plazo.
Recordamos que la actual campaña 2019/2020 es la última que cuenta con el respaldo del Acuerdo Marco Interprofesional firmado en el año 2014, y por lo tanto con un marco que había sido muy positivo para todas las partes.
Sin embargo, UPA Castilla y León alerta sobre «las consecuencias nefastas que pueden traer las decisiones empresariales desacertadas adoptadas por Azucarera habiendo roto unilateralmente el AMI y sin disposición alguna a negociar«.
De hecho, existe el peligro real de que si no hay un nuevo acuerdo interprofesional difícilmente se pongan ayudas asociadas al cultivo de la remolacha por parte del Ministerio de Agricultura, y también estaría en serio riesgo la ayuda de la propia Consejería de Agricultura.
La organización recuerda que con el cambio de modelo impuesto desde finales del 2018, la rentabilidad del cultivo de la remolacha depende de las ayudas públicas y de una posible subida del precio del azúcar en los mercados internacionales.
En este sentido, a pesar de que por parte de la Industria se aventuraban a apuntar que el precio del azúcar en el mercado en los primeros meses del 2019 alcanzaría los 440 euros/tonelada, la realidad es que según el último dato publicado por la Comisión Europea, en el mes de julio, el precio ha sido de 320 euros/tn.
Esto significa que para que los remolacheros puedan cobrar los 42 euros/tn que fijaba el modelo previó al de la ruptura unilateral por parte de Azucarera, se tendría que producir un aumento del precio del 65%. Por lo tanto,» tal y como denunciábamos en su momento desde UPA, este nuevo modelo impuesto por la Industria supondrá una remuneración total de la remolacha que no superaría los 36 euros/tonelada».
UPA recuerda que el Acuerdo Marco Interprofesional es lo que da soporte y seguridad al sector. «En nuestro país en estos momentos nos encontramos con dos industrias azucareras que tienen una dimensión productiva total muy parecida como son Acor y Azucarera. Contamos con un instituto de investigación sectorial único en España (AIMCRA). Disfrutamos de la existencia de empresas obtentoras de nuevas variedades que han apostado fuerte por la remolacha. Las organizaciones agrarias y las administraciones han dado muestras de defender el cultivo con la puesta en marcha de varias líneas de apoyo dentro de la PAC, y Acor ha mantenido su compromiso con los remolacheros».
UPA y el resto de organizaciones representativas en el sector apuestan por negociar un nuevo AMI que asegure el cultivo de la remolacha, «por lo que resulta inconcebible que entre otras consecuencias puedan desaparecer las ayudas púbicas al sector, y todo porque Azucarera sigue adelante con su deseo de imponer sus condiciones sin escuchar a la otra parte, o directamente por su interés en no ofrecer futuro alguno a los cultivadores».