Unión de Uniones considera que, el comunicado de prensa emitido por el Ministerio de Agricultura donde destaca un informe que marcan un aumento de la Renta Agraria y un incremento en la dimensión económica, «oculta tras datos macroeconómicos convenientemente seleccionados, así como la difícil situación por la que atraviesan los agricultores y ganaderos españoles y el campo español en general».
algunos datos del Magrama «no deben tomarse como referencia, porque resultan de la confusión de renta agraria con productividad por UTA»
En este sentido, incide en que «más allá del descuadre incomprensible de algunas cifras respecto de estimaciones anteriores del propio Ministerio», la organización lamenta «que la visión triunfalista que se pretende vender, cuyo objetivo real seguramente trasciende del hecho meramente informativo, desvíe la atención de los problemas del sector productor, relegando o ignorando la necesidad de soluciones por parte de los poderes públicos y del propio Ministerio».
La organización agraria señala que el comunicado ministerial resalta el hecho de la renta agraria subió en 2015 un 3,4 %, «pero obvia que buena parte de ese incremento se debe a la reducción en alrededor de 20.000 las Unidades de Trabajo (UTA) empleadas en el sector y que aun así, no se compensa la caída del 7,5 % del año anterior».
Por otro lado, destaca que algunas informaciones que cifran equivocadamente incrementos de renta en 2015 en comunidades autónomas, como la de Castilla-La Mancha en un 25,9 % o La Rioja en una 27,1 %, «no deben tomarse como referencia, porque resultan de la confusión de renta agraria con productividad por UTA. Además, no se refieren al último ejercicio 2015, sino al quinquenio 2009-2013 y se producen, en todo caso y en mayor medida, como consecuencia de una reducción de las Unidades de Trabajo empleadas».
Igualmente recuerda que se subraya por parte del Ministerio que los precios a la producción en 2015 hayan subido un 6,3 %; «pero sin citar que, según la monitorización realizada por la Comisión Europea, en el último trienio los precios de los productos alimentarios han descendido en origen un 3,09 %, (es decir a los productores) mientras que al consumidor han subido un 2,36 %».
la unión ve «datos discordantes» entre el último informe y el de marzo de 2016 » considerando la proximidad en el tiempo de las estimaciones
La Unión de Uniones también incide en que según el boletín que el Ministerio presenta ahora (a fecha de junio 2016) como resumen de los indicadores del sector agrario, se cifra en 31.595 millones de euros el Valor Añadido Bruto (VAB) generado en 2015, lo que arrojaría una media de 39.357 euros por Unidad de Trabajo año (UTA), a precios constantes. Ello situaría a España muy por encima de la media europea (28.645 €), superando ligeramente a la francesa (39.155), duplicando y más a la alemana (17.608 €), y también por encima de la italiana (25.858 €)
No obstante, «si se acude mismo boletín anterior (a fecha de marzo 2016) el Valor Añadido Bruto del sector en 2015 que se da para España, esta vez en términos corrientes, es de 21.910 millones de euros, que se traduciría en un VAB por UTA de 27.292 euros, por debajo de la media europea (28.565 €), muy inferior a la francesa (39.199 €), ligeramente por debajo de la alemana (27.739 €) y menor que la italiana (28.970 €)».
Por eso, para la organización «llama la atención la magnitud de las diferencias entre unos y otros datos considerando la proximidad en el tiempo de las estimaciones, incluso a pesar de que el primero de ellos se base en precios constantes y el segundo en precios nominales».
Igualmente recalca que «llama la atención que se ponga de relieve el aumento en un 8,35 % de los ocupados en el sector primario en el interanual del primer trimestre de 2016, sin reparar en que entre el año 2010 y el año 2015, el número de ocupados en agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados ha pasado, según datos de la Encuesta de Población Activa, de 716.575 personas a 678.725 de media anual, con una caída, por lo tanto, del 5,3%».
Por otro lado, también hace hincpié la Unión que el Ministerio elude citar que el VAB por ocupado en el sector agrario, según las cuentas de la Contabilidad Nacional, es aproximadamente un 60 % del resto de los sectores económicos, no habiendo mejorado esta situación, sino al contrario, ya que a inicios de este siglo estaba en el 68 %.
Más que dudar de la veracidad de las cifras, la organización cuestiona su intencionalidad de las mismas
En cualquier caso, Unión de Uniones más que poner en dudas la veracidad de las cifras elegidas cuidadosamente por el Ministerio, cuestiona su intencionalidad, ya que contribuye a vender una imagen del sector idílica y deseable, pero falsa. “Seguramente desde los despachos las cosas se ven distintas que subidos a un tractor”, ha expresado José Manuel de las Heras, Coordinador Estatal de la Unión de Uniones.
La visión que se desprende de la selección de datos hecha por el Ministerio «da la engañosa impresión de un sector agrario opulento en medio de una crisis económica generalizada, lo que dista mucho de la realidad del día a día en los sectores productivos y a pie de explotación. Del escenario agrario forman también parte las cientos de granjas lecheras que están desapareciendo; la situación crítica de los cunicultores; la larga depresión de precios arrastrada por las frutas y hortalizas; la vuelta en los cereales a cotizaciones de hace 30 años; el hecho de pagar la electricidad más cara de la Unión Europea o de que las petroleras bajen el combustible solo una parte menor de lo que ha bajado la materia prima; la caída de la inversión pública en regadíos y otras infraestructuras en los últimos años; la inseguridad ante los robos en las explotaciones que no cesan; la pérdida de fondos de desarrollo rural procedentes de Europa y el recorte de ayudas directas experimentado con la pasada Reforma de la PAC; los importantes desequilibrios subsistentes en el funcionamiento de la cadena alimentaria; la frustración de los ganaderos por no atajarse problemas endémicos de sanidad animal o por los daños ocasionados por la fauna salvaje; la brecha a muchos niveles que separa al mundo rural del medio urbano y el incumplimiento del compromiso del Gobierno de traer la democracia al campo con la celebración de elecciones».