La victoria en las elecciones presidenciales de Emmanuel Macron, un exbanquero europeísta y liberal, que ha logrado más de 30 puntos de diferencia sobre la ultraderechista Marine Le Pen representará no sólo el mantenimiento de Francia dentro de la Unión Europea sino un fuerte respaldo al mantenimiento del actual sistema de la PAC, ante la intención de su rival de que el país galo abandonara la Política Agraria Común.

De igual forma, el espíritu europeista del nuevo inquilino de los Eliseos debe ayudar a frenar los ataques al vino español de los grupos radicales del CAV, por un lado, y de los viticultores y agricultores, por otro contra, los productos agrícolas españoles. El temor que se tenía en España ante una posible victoria de Le Pen radicaba en que, al margen de lo que podría pasar con el futuro de Europa, los grupos más radicales de los agricultores galos incrementaran sus ataques no sólo contra el vino español (objeto de numerosas presiones violentas en las últimas semanas) sino contra otros productos agrícolas amparados en las medidas proteccionistas que defendía la líder ultraderechista.

Ahora, aunque no se descarta que pueda haber nuevos ataques, se confía en que Macron, que no sólo ha defendido la unidad europea sino que ha llegado a abogar por crear un Estado federal dentro de Europa, sepa frenar este tipo de actos violentos contra la agricultura española, que ponen en tela de juicio no sólo los fundamentos básicos de la libre competencia sino también la propia esencia de la UE y la libre circulación de mercancías.

Respecto a la PAC, se da por descontado que el nuevo presidente francés respaldará el actual modelo y que puede ser un gran aliado de que se apueste en Europa por mantener, o por lo menos frenar los malos augurios de una fuerte rebaja, de sus actuales presupuestos. Según algunos analistas, Macron es consciente de que la PAC es la gran política europea que está ayudando a unir a la UE y necesitará fondos de la CE para intentar contentar y calmar a unos agricultores galos que, según los datos, se han inclinado más por le Pen en estos comicios.

Sin embargo, pese al optimismo ante la victoria de Macron no todo va a ser un camino de rosas a corto plazo. Su movimiento En Marche! apenas tiene un año de vida y en junio se deberá votar en Francia las elecciones legislativas y no está nada claro que la formación de Macron pueda conseguir no ya una victoria holgada, sino ni siquiera una victoria que le permita tener fuerza en el Parlamento galo para poder sacar adelante sus proyectos desde la Presidencia de Francia.

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