Gonzalo Domecq López de Carrizosa / Presidente de la sectorial ASPER (Asociación para la defensa de la perdiz roja autóctona) de Asaja Cádiz

Conviene recordar que el motivo fundamental, que llevó en Febrero de 2.002 a la constitución de ASPER (Asociación para la defensa de la perdiz roja autóctona), fue que se estaba llegando a una situación en que, incluso entre el colectivo de cazadores, no se tenía suficientemente clara, la diferencia entre una perdiz soltada, criada en una granja y la perdiz autóctona, nacida en el campo, con pureza genética 100%. Y si bien, debemos entender que hay que responder a la demanda de un colectivo que en su zona no existe la perdiz, más todavía debemos no olvidar que la perdiz autóctona es la especie de caza menor, más emblemática, más conocida y apreciada en el mundo entero y que es una obligación de todos, hacer cuanto podamos por conservarla y mantenerla. Y para tratar de compatibilizar ambos objetivos, debemos preservar y favorecer los territorios y sus hábitats que mantienen población de perdiz roja autóctona. Al día de hoy, en todo el territorio nacional, con excepción de algunos contados titulares cinegéticos, que con gran esfuerzo mantienen poblaciones de gran interés, es entre los asociados de ASPER, donde se mantiene lo que es la zona de mayor superficie y densidad, única en el mundo. Y son los titulares cinegéticos de ASPER, los que de verdad conocen la verdadera problemática y las grandes dificultades para la cría de la perdiz en su estado natural y lo demuestran manteniendo densidades de muy elevado interés.

Para la adecuada gestión de la cría de la perdiz se necesita contar con la imprescindible colaboración de la Administración, estableciendo un marco legal adecuado a la situación, que permita poder llevar a cabo las medidas oportunas para favorecer la cría de la perdiz. En primer lugar, desarrollar una Orden con los métodos de captura de predadores, que siendo respetuosos con la diversidad medioambiental, permitan su control de forma efectiva. Esto lo venimos solicitando desde hace ya muchos años, sin resultado positivo, mientras que otras CCAA, ya cuentan con una legislación que permite este control, con métodos eficaces. En la zona de la Campiña de Cádiz, la perdiz debería ser declarada “Especie Prioritaria”, al ser el último reducto en el mundo de entidad en superficie y densidad de una especie tan apreciada y valorada, debiéndose incluso establecer medidas excepcionales para su conservación. El daño causado por los predadores es muy significativo, no solo a la perdiz, también a otras especies de interés de caza menor y de caza mayor, especialmente al corzo morisco, de alto interés en nuestra zona, siendo su presencia, síntoma de buena gestión medioambiental. Está demostrada la sinergia en la gestión combinada de corzo y perdiz. Un adecuado control de los predadores, algunos sin interés alguno y con presencia constante como el zorro y el meloncillo, daría un importantísimo impulso a ambas poblaciones.

En segundo lugar, en esta zona de tan alto interés, se deben tomar todas las medidas de control para impedir sueltas y repoblaciones que perjudiquen, tanto a la pureza genética, como al estado sanitario de las perdices salvajes. Ya el derogado Reglamento de Caza de 2.005 de nuestra CA, en su artículo 70.1, establecía respecto a todos los pájaros liberados procedentes de granjas, que “se exigirá que estén marcados individualmente…”. El nuevo y vigente Reglamento de 2.017, lo vuelve a exigir en su artículo 62.2. Pues bien, dieciséis años después, sigue sin publicarse la correspondiente Orden que desarrolle la medida reglamentaria. Y es fundamental que se controle el destino de todos los ejemplares criados en granja, con el fin de salvaguardar el estado sanitario y la pureza genética de las poblaciones salvajes. Es cierto y si hay que reconocer el esfuerzo que está realizando la Delegación de Cádiz de Medio Ambiente, llevando a cabo censos de las poblaciones de los cotos, con el fin de adaptar los aprovechamientos cinegéticos a las poblaciones “precría” existentes.

En tercer lugar, otro problema con que se encuentran los titulares de cotos en su gestión de la perdiz autóctona, es el de los robos y el furtivismo. Existe un mercado ilegal de ejemplares de perdiz, que son utilizados para repoblaciones no autorizadas y los machos para la caza con reclamo, alcanzado un elevado valor económico. Por ello, la caza de perdiz con reclamo, de gran tradición y también de interés como medida de gestión, debe estar más exigentemente reglamentada y la tenencia de ejemplares para su práctica, debidamente identificados individualmente y mucho más controlada su trazabilidad.

En el pasado mes de Julio, fue ASPER, quien detectó, tras los pertinentes análisis en laboratorio, la presencia del virus Bagaza en las poblaciones de perdiz y que también ha afectado a otras especies como el faisán y la paloma torcaz. El Bagaza, que ya apareció en 2011, es un virus poco conocido y sobre el que no hay mucha documentación. Pero está comprobado que tiene una letalidad muy elevada, diezmando las poblaciones en 15/20 días. De acuerdo con los informes científicos con que cuenta ASPER, las poblaciones que superan el virus, quedan inmunizadas, así como sus futuras crías. Esta inmunidad se perdería si aparecen ejemplares procedentes de otros orígenes, de ahí la importancia de impedir y controlar las sueltas y repoblaciones, más aún en la actual situación.

En definitiva, la cría de la perdiz autóctona, es una muy complicada labor, que quien mejor la conocen son los titulares de los cotos asociados a ASPER, que se encuentran en su gestión con múltiples dificultades, que se verían paliadas con el establecimiento de un adecuado marco legal y la colaboración de los responsables de la Administración en materia medioambiental.  El futuro de una especie tan apreciada y valorada, única en el mundo, bien vale el esfuerzo de todos. Ahora es el momento de luchar por ella y no lamentarlo más tarde, como ya ocurrió en otras zonas de nuestro territorio nacional.  En los cotos de nuestra Asociación, donde se lleva a cabo una gestión adecuada, la actual densidad de la población, satisfactoria y suficiente, nos hace mantener la esperanza e ilusión de seguir contando con esta especie tan apreciada, asegurando su continuidad y garantizando la tradicional modalidad de caza en nuestra zona, que es el ojeo.

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