Científicos españoles han tardado 25 años en desarrollar la vacuna contra la leishmaniosis canina, que ya ha pasado todos los test clínicos, y ahora preparan un prototipo para humanos, que podría estar listo en cinco años.

La leishmaniosis es causada por un protozoo parásito del género Leishmania, que cuenta con más de 20 especies diferentes y se transmite por la picadura de flebótomos hembra infectados.

Está entre las «enfermedades desatendidas», según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y presente en más de 80 países de Europa, África, Asia y América.

El problema es «muy serio» en humanos, ya que una vez que se infecta una persona la patología se hace crónica

El primer paso para llevar a cabo la vacuna en humanos ha sido la investigación en perros. El viernes 26, en Madrid, se presentó la vacuna cánica ante 350 veterinarios.

Este fármaco, desarrollado por el laboratorio Leti, tiene una eficacia del 72% en la prevención de la leishmaniosis en zonas de alto riesgo y actúa tan sólo 28 días después de la inoculación.

Además, no interfiere en el diagnóstico serológico (el animal no da positivo por el hecho de estar vacunado, solo si tiene la enfermedad).

El presidente del laboratorio, Jaime Grego, explicó a Efe que el último estudio sobre la seguridad de la vacuna, elaborado por la profesora Guadalupe Miró, de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, tiene un cero por ciento de resultados negativos.

Este estudio clínico, que se acaba de cerrar, se ha realizado sobre 50 ejemplares y ha estado especialmente centrado en los perros de raza pequeña de menos de diez kilos, los menos resistentes.

Grego advirtió de que el problema es «muy serio» en humanos, ya que una vez que se infecta una persona la patología se hace crónica.

«La enfermedad tiene un impacto dramático a nivel cutáneo hasta desfigurar el rostro de una persona, y con mucha frecuencia evoluciona hacia las vísceras, lo que puede provocar la muerte del paciente», recalcó.

Para el desarrollo de la vacuna para humanos, que esperan tener lista en unos cinco años, empezar por el modelo de los perros era lo que «más sentido tenía», y más teniendo en cuenta que España se sitúa en la cuenca mediterránea, donde la enfermedad es prevalente.

En este sentido, matizó que, a pesar de que la leishmaniosis tiene mucho impacto en los perros de esta zona, «afortunadamente parece que el sistema inmunitario humano de nuestra región responde muy bien ante la infección».

×