La Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajo (Anpca) ha avanzado este martes que en la próxima campaña la superficie cultivada de ajo puede bajar más del 25% con respecto a esta última temporada, cuando alcanzó las 29.358 hectáreas.

En un comunicado, ha indicado que la siembra de ajo temprano que ya se ha desarrollado estos meses atrás ha estado condicionada por la falta de agua y los costes elevados de la energía, los arrendamientos y la mano de obra, lo que «hace prácticamente inviable el cultivo» de este alimento.

«Si a todo esto le sumamos la inversión necesaria para cumplir con el aluvión de legislación» que se requerirá a partir de enero con la entrada en vigor de la nueva PAC y de otras normativas, «no sé cómo lo vamos a poder afrontar», ha advertido.

Anpca se ha alineado con la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (Fepex) en pedir al Gobierno español una «moratoria» de la entrada en vigor del marco regulatorio nacional y comunitario que va a afectar a la actividad hortofrutícola a partir de 2023.

De él ha mencionado la aplicación de las leyes de envases, de reducción de uso de fertilizantes y de contratos agrarios, así como el sistema de información de explotaciones agrarias (SIEX) o la gestión de la nueva PAC con sus eco-regímenes.

Ha añadido que este paquete normativo junto a la estrategia De la Granja a la Mesa emprendida por Bruselas «están llevando al limite la posibilidad de cultivar ajo en Europa» por la «complejidad burocrática con la que se está cargando al sector que, lo único que quiere, es producir alimentos».

«Si el gobierno de España y la Unión Europea no aplican la moratoria del marco regulatorio, lamentablemente tememos que miles de agricultores abandonen no solo el cultivo del ajo, sino el campo español en los próximos años», ha sentenciado ante la caída de la superficie cultivada de ajo.

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