La sequía en la provincia de Salamanca es una realidad. El valor medio de precipitación acumulada, desde el 1 de octubre del año pasado al 20 de junio de 2019, se cifra en la Región en 270’01 mm; un 30% menos que el normal (384 mm) en los últimos 30 años, según AEMET. Con estos datos, Castilla y León registra la segunda peor campaña de lluvia. Además, hay que tener en cuenta que la zona sur, entre la que se encuentra Salamanca, es la más afectada por sequía. Una situción que está afectando gravemente a la ganadería que va a costar más de 40 millones de euros.
Por este motivo, la organización agraria ASAJA Salamanca solicita a la Administración que contemple la puesta en marcha de medidas que palíen la situación que vive, en la actualidad, el campo, tanto agricultores y ganaderos.
Ante la escasez de agua, los ganaderos sólo han tenido pastos para dar de comer a sus animales durante unos 12 días, aproximadamente. Así, estos profesionales deben suplementar la alimentación del ganado unos tres meses más de lo habitual. Si la cabaña ganadera de Salamanca aglutina unas 300.000 reproductoras, se calcula que cada profesional deberá poner de su bolsillo unos 135 euros por vaca; lo que significa que el mantenimiento de las reproductoras se elevará a la friolera de más de 40 millones de euros en Salamanca durante tres meses.
Un ganadero con una explotación tipo de 200 vacas deberá asumir unos gastos extraordinarios de 27.000 euros, sin contar con las variaciones del producto, ya que puede subir ante la escasez. Además del alimento, los gastos se verán incrementados por el aporte de agua, unos 100 litros por vaca y día en estas fechas.
Por todas estas cuestiones, ASAJA Salamanca insta a la Administración regional a que establezca medidas que ayuden a los profesionales del campo no sólo con el adelanto de la PAC que suele realizarse a mediados de octubre, sino, también, con ayuda de mínimis, reducciones fiscales, líneas de créditos especiales etc.
En la provincia salmantina, se estima que la producción de cereales apenas alcanzará la tercera parte de un año medio. Si una parcela cosecha unos 3.000 kilos por hectárea de media; este año, apenas alcanzará los 1.000 kg, incluso, como ya sucedió en 2017 cuando la sequía azotó también al campo, hubo terrenos que no llegaron a los 600 kg.