La renta agraria real o deflactada por unidad de trabajo anual (UTA) bajó un 5,2% en 2021 respecto a 2020, al situarse en 15.887,2 millones de euros, según la segunda estimación de esta magnitud difundida por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Cabe destacar que en diciembe, en plena negociación del Plan Estratégico, la primera estimación este ratio bajaba un 4,6%.

En términos corrientes, las Cuentas Económicas de la Agricultura (CEA) de 2021 sitúan la renta agraria en 28.985,4 millones de euros, un 2,3 % más; en la primera estimación, esta se fijó en 28.360,7 millones (+0,1 %).

El Ministerio, en su informe sobre la evolución de la renta agraria, reconoce que, pese al comportamiento positivo de la renta en términos corrientes, 2021 fue un «ejercicio convulso, con fuertes incrementos en los costes de los insumos agrarios (+12,6 %)».

«Dichos incrementos -ha explicado- se visualizan en la renta agraria gracias a un buen comportamiento de determinados sectores de la producción, que vienen a compensar el incremento de los costes de producción«.

Detalla que el principal insumo implicado en el incremento de costes ha sido el de los piensos, con una aportación de -6,3 puntos a la evolución de la renta, debido a que se han visto fuertemente influenciado por la carestía de los cereales-pienso en los mercados internacionales.

Tras los piensos, cita los costes energéticos, con una aportación de -2,1 puntos, y los fertilizantes (-1,0 %).

Añade que estos impactos a la baja se han visto compensados por aportaciones positivas, principalmente, de los sectores de cereales -con una aportación de 4,6 puntos a la evolución de la renta agraria- y de aceite de oliva, con una aportación de 4,0 puntos.

El valor de la producción de la rama de actividad agraria a precios básicos aumentó un 7,8 %, un alza que achaca más al incremento de los precios (+7,6 %) que al de volúmenes producidos (+0,2 %).

Mientras que el valor de la producción vegetal aumentó un 10,7 % respecto al año anterior, el de la producción animal lo hizo en un 3,7 %.

En la producción vegetal resalta el repunte de la producción de aceite de oliva en 2021 (+23,6 %), patata (+4,4 %) y hortalizas (+4,3 %) y la bajada de la de vino y mosto (-12,8 %), plantas industriales (-9,5 %) y cereales (-6,0 %).

En precios, el del aceite de oliva creció un +42,8 %; el de los cereales, un +35,5 %; el de las plantas industriales, un +32,2 %; el del vino y mosto, un +16,0 %; el de las hortalizas, un +4,7 %; el de la patata, un +2,6 % y el de las frutas, un +1,8 %.

En la producción animal, subraya el ascenso de la cantidad producida de bovino (+5,3 %), ovino y caprino (+4,6 %), porcino (+3,4 %) y leche (+0,6%) y la bajada de la de equino (-11,9 %), huevos (-6,4 %) y aves (-4,2 %).

En esta categoría, los precios tuvieron un comportamiento positivo en ovino y caprino (+11,2 %), aves (+5,1 %), bovino (5,0 %), leche (+4,3 %), huevos (+3,4 %) y equino (1,8 %) y una evolución negativa en porcino (-2,2 %).

Las subvenciones para el sector agropecuario alcanzaron los 6.426,8 millones de euros en 2021, un 1,3 % menos que un año antes.

Respecto a los insumos o consumos intermedios, informa de que el la energía para las labores del campo se ha encarecido un +34,7 %, los fertilizantes, un +27,4%; los piensos, un +12,6 %; los fitosanitarios, un +3,8 %; las semillas, un +1,5 %, y los gastos veterinarios, un +1,1 %.

En volumen, ha crecido la utilización de fitosanitarios (+2,0 %) piensos (+1,5 %), gastos veterinarios (+1,5 %) y energía y lubricantes (+0,6 %) y solo ha decrecido la de fertilizantes (-8,3 %).

×