Los accidentes laborales en el campo están dejando un goteo silencioso de muertes, algunas recogidas en estadísticas y otras simplemente ignoradas por no ajustarse siempre el perfil de los afectados al de los trabajadores registrados.

Entre enero y abril de este año, 9.509 trabajadores sufrieron accidentes laborales en España mientras se dedicaban a la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca.

Así como esa cifra bajó un 29 % anual, el número de fallecidos en ese tipo de accidentes sumó 19 más que en el mismo periodo de 2019, hasta los 27, según los últimos datos difundidos por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.

Otros casos ni siquiera entran el cómputo oficial y apenas aparecen en los medios de comunicación como hechos aislados.

Pasó este mismo mes en la provincia de Lleida, cuando un hombre de 83 años murió después de volcar su tractor y quedar atrapado, y en Valencia y Álava, donde otros dos hombres, de 66 años cada uno, perdieron la vida en sendos accidentes con tractores.

PERSONAS MAYORES EN RIESGO

El representante de Comisiones Obreras Ángel Muñoa señala a Efeagro que, al analizar las series históricas, una parte importante de las víctimas son jubilados que se han seguido subiendo al tractor y han continuado las labores en el campo más allá de los 65 años.

A la pérdida natural de capacidades con la edad se une la antigüedad de los propios vehículos, que en muchas ocasiones carecen de las medidas de protección necesarias, según Muñoa.

Falta de formación entre los agricultores, trabajos con tractores en pendiente que antes no se hacían e incumplimientos relacionados con la homologación de la maquinaria son otros de los problemas en el sector primario.

El secretario de Salud Laboral de UGT, José Mesa, apunta que la vigilancia es «más laxa» cuando las personas operan en sus fincas particulares, sin estar declaradas como trabajadores agrarios, por lo que en caso de accidente pueden no figurar en las estadísticas.

Denuncia la «precarización» del sector, en cuyas campañas de recolección y siembra participan muchos inmigrantes en situación irregular y que tampoco están registrados.

Los accidentes laborales pueden ser muy diversos, como muestran las cifras del Ministerio, que los divide por lugares: zonas forestales, cultivo de suelo, árboles o arbustos; cría de animales; pesca y acuicultura; y jardines y parques.

En 2019, 45 trabajadores murieron por accidentes en el sector agrario, por detrás de los 104 de la construcción, 96 del transporte y 94 de la industria manufacturera.

Un año antes, la Comisión nacional de seguridad y salud en el trabajo aprobó, a propuesta del grupo de trabajo «Sector Agrario», el plan nacional de sensibilización en prevención de riesgos laborales en el sector agrario.

Además, se acordó que la primera campaña de dicho plan fomentara el uso seguro del tractor y el aumento del número de vehículos provistos de estructura de protección en caso de vuelco y de cinturón de seguridad.

CUIDADO CON LOS TRACTORES

Según un reciente informe de la Universidad Pública de Navarra y la de Zaragoza, elaborado a partir de noticias locales, al menos 1.172 personas fallecieron en la última década en España en accidentes laborales en el campo, 1.004 de ellos mientras usaban maquinaria agrícola. Más de la mitad de ese millar de muertos se produjo por el vuelco de un tractor.

El director técnico de Asociación nacional de maquinaria agropecuaria, forestal y de espacios verdes (Ansemat), Emilio Allué, subraya que oficialmente no se conocen las causas de los accidentes en el campo.

Afirma que se está trabajando por lograr un parque de maquinaria más seguro, intentando concienciar a los agricultores para que no se quiten el arco de seguridad -muchos lo hacen por evitar molestias- y para que equipen sus tractores con la cabina de seguridad de manera legal.

«En los últimos diez años ha aumentado mucho el mercado de tractor usado, y el nuevo se ha estancado porque, por motivos medioambientales, los motores cada vez son más complejos y caros, y mucha gente no se lo puede permitir», apunta.

El director general de John Deere Ibérica, Enrique Guillén, ha pedido esta semana en un encuentro con periodistas más ayudas del Plan Renove del Gobierno, una oportunidad para renovar el «envejecido» parque de maquinaria en España que ayde a acabar con los accidentes laborales en el campo.

Desde la marca New Holland abogan por ampliar el conocimiento de las máquinas por parte de los usuarios, mejorar la profesionalización de los agricultores, desarrollar nuevas máquinas y promocionar las ayudas para limpiar el sector «de máquinas obsoletas y que no se ajustan a la normativa».

(Texto: Belén Delgado / Efeagro)