Ganaderos y propietarios de tierras del campo charro de la provincia de Salamanca mantienen sus reivindicaciones para que se pueda atacar con más medios la plaga negra del «Cerambyx Cerdo», un insecto que se adentra en encinas y robles y va minando su vida.

Su fumigación, prohibida por la Unión Europea, obliga a los afectados a crear medidas alternativas para el control del coleóptero, según ha explicado a Efe uno de los afectados del municipio de Sancti Spíritus Juan José Rodríguez.

Las larvas del «Cerambyx» desarrollan su crecimiento en el interior de los árboles hasta que se convierten en escarabajo, y a partir de ahí es frecuente ver a este insecto merodear por las noches alrededor de robledales y encinas durante el poco tiempo de vida adulta que posee.

la presencia de esta plaga negra en la zona puede tener su origen en las talas de leña realizadas sin control hace años

El daño sobre la dehesa salmantina de esta plaga negra dura ya varios años y, a pesar de las denuncias de los afectados, las prohibiciones se mantienen, lo que ha llevado a desarrollar otras estrategias reivindicativas, como la elaboración de un documental que «pretende mostrar la gran problemática del desastre ecológico y las irreparables pérdidas que sufrirá el campo en relación a la diversidad y al ecosistema de La Dehesa, si no se pone fin rápidamente».

El trabajo audiovisual hace un recorrido a través de las cuatro estaciones en relación a las característica naturales del Campo Charro y se estrenará el próximo año.

Ramas que se caen, presencia de serrín al lado del árbol, grandes boquetes en el tronco, e incluso el «Cerambyx» revoloteando junto a los árboles son algunos de los síntomas que indican la presencia del coleóptero.

La Administración autonómica alega que no existe tratamiento autorizado por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para acabar con esta plaga negra, por lo que han surgido iniciativas alternativas para combatirlo, como la construcción de vallados de madera alrededor de la encina o del roble, siempre en ejemplares jóvenes y sanos, para evitar así que el «Cerambyx» anide allí.

Cuando se pregunta sobre el origen de la presencia de este coleóptero, los propietarios coinciden en afirmar que la larga presencia del «Cerambyx» en los bosques salmantinos puede tener su origen en las talas de leña realizadas sin control hace años, cuando no existían ni una supervisión, ni una reglamentación al respecto.

«El bicho lleva metido en los árboles muchísimos años y protegido por la Unión Europea, la proliferación sigue a pleno rendimiento y de momento no hay solución a la vista», ha explicado Rodríguez.

Por su parte, la Junta de Castilla y León ha informado a los afectados de que no es posible determinar de manera exhaustiva el número de hectáreas donde hay presencia del «Cerambyx Cerdo» en Salamanca, si bien se conocen otros casos en la zona del Campo de Azaba y el Rebollar, al suroeste de la provincia.

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