Si hace un par de semanas la agenda de la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, estaba cargada de desayunos políticos, al acudir a todas las presentaciones en Madrid de los candidatos del PP a las eleciones vascas y gallegas, este fin de semana parece que se ha pasado directamente a los pintxos vasco, tras pasar previamente por la lenteja pardina en Valladolid.

Aprovechando que se trataba del último domingo antes de las elecciones, la ministra no ha dudado en hacer campaña con el presidente del PP vasco y candidato a lehendakari, Alfonso Alonso, recorriendo diversas localidades de Alava y defendiendo no sólo a su ya ex compañero ministro, sino criticando al PSOE por no respaldar una opción que deje a Rajoy al frente del Gobierno central.

Ya hemos comentado alguna vez que García Tejerina llegó al frente del Magrama con el marchamo de un perfil más ‘técnico’ que político, en especial cuando se comparaba con su antecesor, Miguel Arias Cañete, pero que poco a poco ha ido ganado peso político no sólo en el Gobierno, sino incluso dentro del PP.

Lo que no podría saber ella es que este ascenso iba a representar entrar de lleno en la llamada ‘maldición del Ministerio de Agricultura’ que ya empezar a sufrier Arias Cañete en su primera época de ministro. Entonces el jerezano sufrió la crisis de las ‘vacas locas’ y se vio obligado a comerse media ganadería española para demostrar que no había peligro. En la segunda, fueron los yogures caducados. Y ahora a  Isabel García Tejerina le ha tocado… las eternas campañas electorales. Desayunos por la mañana, lentejas, aunque alguna sea en forma de insignia de oro, por la tarde, y pintxos al mediodía en el País Vasco.

Así no hay forma de mantener una dieta, aunque eso sí, se fomenta muy bien la gastronimía nacional.

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