Parece claro que la Policía francesa tiene una orden clara: a los agricultores y ganaderos del país ni tocarlos. Da igual que asalten un camión español, una bodega francesa o la sede de Lactalis. A ellos no se les toca.

Mucho se ha hablado de la falta de actuación de los gendarmes galos cuando ha habido incidentes con camiones españoles, pero parece que esta tónica es ampliable a sus propios incidentes. Cerca de medio millar de ganaderos tienen desde el lunes bloqueada la sede central de Lactalis prohibiendo que entre o salgan camiones y no han actuado.

Existe un amplio dispositivo policial pero, pese a la tensión que se ha vivido, los policías galos no intervienen. Parece claro que el Gobierno de Hollande no quiere incidentes con unos agricultores y ganaderos que no sólo son un gran granero de votos, sino que ya han demostrado que son capaces de bloquear París y medio país si hace falta.

Por eso, da igual que sea un problema de fruta o vino español que de leche francesa. Si por medio hay un agricultor o ganaderos francés, los gendarmes miran hacia otro lado.

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