El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, ha denunciado la incompetencia de las administraciones en la gestión de la plaga de topillos que afecta a 1.610.000 hectáreas en las provincias de Palencia, Burgos, Valladolid y Zamora, casi el 20% de la superficie de Castilla y León, y ha causado pérdidas de 30 millones de euros en la comunidad.

«Además hay cincuenta personas, confirmadas o en estudio, afectadas de tularemia en la provincia de Palencia», ha añadido Dujo en una rueda de prensa en Palencia junto al presidente de Asaja Palencia, Honorato Meneses, para informar de la situación sanitaria y los daños que está causando la plaga de topillos en Castilla y León.

Dujo ha señalado que el origen de esta plaga, que siempre se inicia en verano, ha vuelto a estar, como en 2007, en las zonas ZEPA de la Nava y Frómista, en la provincia de Palencia, a cuarenta kilómetros de distancia una de otra.

la extensión de la plaga ronda las 1.610.000 hectáreas, casi un 20% del total de la superficie regional

A partir de ahí los roedores han iniciado su extensión por las cunetas de caminos y carreteras, arroyos, ríos y zonas perdidas y sucias que son titularidad de las administraciones locales, provinciales, regionales, según Dujo, que ha afirmado con rotundidad que la plaga de topillos «nace en terrenos de las administraciones pública» y que «hay plaga de topillos en el centro y norte de Castilla y León».

Sin embargo, y a pesar de las advertencias de Asaja Palencia desde diciembre de 2018, tanto la administración regional como la nacional han negado, hasta ahora, la presencia de topillos, y han tachado a la organización de «alarmista».

Una plaga que según el dirigente agrario ha causado perdidas en el sector por valor de 30 millones de euros, de los que 18 corresponden a la provincia de Palencia, «la más afectada hasta ahora».

Además ha asegurado que la extensión de la plaga ronda las 1.610.000 hectáreas, casi un 20% del total de la superficie regional y que los daños de los roedores se extienden desde el centro de Castilla y León hacia el norte, debido a la fuerte sequía en el sur.

Dujo ha advertido que las consecuencias que está teniendo la plaga superan los daños agrarios, ya que también afectada a la caza, la pesca y el turismo, por la mala imagen que proyecta Castilla y León, pero sobre todo a la salud, con mas de 50 casos de tularemia (25 confirmados y 27 en estudio), una enfermedad que en muchos casos deja secuelas de por vida.

Dujo ha denunciado la inacción de las administraciones y ha asegurado que las medidas que se están tomando son «totalmente insuficientes» ya que la superficie afectada tiene más de 100.000 kilómetros de caminos, cunetas, arroyos y ríos.

«Intentar limpiarlo ahora es una labor prácticamente imposible», ha asegurado, señalando que el cuidado constante de las zonas cero sería la forma más indicada de frenar la plaga en su origen.

Tampoco considera que la colocación de cajas nido para rapaces sea la solución y ha insistido en que «la única solución que parece efectiva es la limpieza de todos los reservorios gestionados por las administraciones», algo que debería haberse realizado antes y de forma mantenida en el tiempo en las zonas donde se origina la plaga de forma recurrente.

«Nos negamos a convivir con la plaga», ha señalado Dujo, criticando «la total dejadez» de las administraciones que han dejado una región «sucia, llena de plagas y malas hierbas, llena de desidia».

También ha criticado que las organizaciones agrarias no estén presentes en la Comisión de Roedores y ha preguntado a los miembros de esta comisión qué estudios han realizado, los resultados que han obtenido y qué proponen para que esto no se repita dentro de cuatro años.

Finalmente Dujo ha pedido un cambio de actitud de las administraciones, que se busquen otras alternativas y métodos de control y que permitan la participación activa de los agricultores en comisiones y reuniones, así como indemnizaciones para los afectados de tularemia y la compensación de los daños al sector agrícola y ganadero.

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