La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) asegura que la tormenta de lluvia, viento y pedrisco que descargó el martes 14 por la tarde es, en términos de superficie agrícola con elevada intensidad de daños, la más devastadora de los últimos 30 años en la comarca Utiel-Requena. Tanto es así que, según una primera valoración de AVA-ASAJA efectuada sobre el terreno, este histórico temporal golpeó unas 30.000 hectáreas de cultivo, de las cuales casi 15.000 registran daños superiores al 70% de la producción, y arroja unas pérdidas económicas de 30 millones de euros. Por su parte, LA UNIÓ de Llauradors informa que la fuerte tormenta de agua y granizo deja unas pérdidas en un primer balance tras visitar la zona siniestrada de más de 20 millones de euros.

La franja que se ha llevado la peor parte es la mitad oeste de la comarca de Utiel-Requena, sobre todo los términos municipales de Camporrobles, Fuenterrobles, Villargordo del Cabriel y Venta del Moro (la aldea de Jaraguas de manera destacada). El cultivo más castigado es la viña, no solo por la destrucción de cosechas de cara a la próxima vendimia, sino también por las lesiones en la madera que dificultarán las labores de poda y repercutirán muy negativamente en la producción de los años siguientes. Además, el arrastre de tierras ocasionado por las precipitaciones torrenciales ha tumbado estructuras de espalderas que sostienen las viñas, lo que obligará a los agricultores a realizar inversiones para replantar sus explotaciones.

YA SE HA SOLICITADO A AGROSEGURO QUE HAGA UNA INSPECCIÓN DE LA ZONA AFECTADA Y AGILICE EL PROCESO DE LAS PERITACIONES

Otros cultivos severamente afectados por la peor tormenta de los últimos 30 años son el almendro y el olivar (con especiales daños en aquellos plantones jóvenes que han sido literalmente arrancados del suelo) y los cereales pendientes de segar. En cuanto a las infraestructuras agrarias, además de las espalderas de viñedo, se aprecian graves desperfectos en caminos rurales, muros, márgenes de campos, instalaciones de riego, etc.

AVA-ASAJA solicitará a la conselleria de Agricultura que facilite, a la mayor brevedad posible, tratamientos fungicidas que permitan cicatrizar las heridas en la madera y evitar así la introducción de hongos en el interior de los cultivos, si bien advierte de que en muchas zonas bajas, a causa de la inundación de agua, no será posible entrar con maquinaria para realizar estos tratamientos con la debida rapidez y eficacia.

Asimismo, la organización agraria reclama a las distintas administraciones una serie de ayudas directas y medidas fiscales que permitan a los agricultores compensar parte de las pérdidas sufridas por una de las catástrofes más graves de los últimos 30 años. Cabe recordar que en el cultivo de la vid el nivel de contratación del seguro no alcanza el 50% de la producción, por lo que AVA-ASAJA insiste a la Administración en que haga una apuesta clara y decidida por los seguros agrarios.

Por su parte, desde la Unió se destaca que, aparte de los daños directos en los cultivos, la fuerza del agua ha provocado desperfectos en las infraestructuras agrarias como caminos rurales, márgenes y muros, ribazos y también destrozos por arrastre de tierras.

Cabe señalar que el siniestro está cubierto para aquellas personas agricultoras que dispusieran de una póliza de seguro agrario en vigor. En este sentido, LA UNIÓ ya ha solicitado a Agroseguro que haga una inspección de la zona afectada y agilice el proceso de las peritaciones para que comiencen lo más pronto posible.

(Fotos: La Unió y AVA-ASAJA)

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