Aunque la ola de calor ha comenzado a remitir este lunes, el viñedo castellano-manchego ya está empezando a sufrir las consecuencias de las altas temperaturas y de la falta de agua en las producciones de viñedo. El secretario general de ASAJA Castilla-La Mancha, José María Fresneda, ha explicado que, “por el momento, se ha adelantado una semana la recolección de las variedades más tempranas como chardonnay, sauvignon blanc o moscatel, entre otras”.

“El calor de la última semana afecta negativamente a la uva, la daña y, en estos días, ya hemos visto aumentar el contenido en azúcar, hasta tres y cuatro grados Baumé en estas variedades”, obligando a los viticultores a adelantar la vendimia para recolectar las uvas en su momento óptimo, ha detallado Fresneda.

Aunque la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) desactiva este lunes el aviso rojo (riesgo extremo), todavía se mantienen temperaturas significativamente altas en gran parte de la región y sin previsión de lluvias.

Tantos días de calor, ha asegurado el secretario general, “no solo afecta a las variedades tempranas, sino también a todo el viñedo en general, tanto al secano como al regadío. De hecho, ya se está dejando notar una bajada en los rendimientos de producción en blancos y también en tintos y, consecuentemente, mermará la producción final”.

Aunque aún es pronto para evaluarlo, la organización agraria estima que habrá aún más merma en la cosecha y recortará las producciones de viñedo, que, según las primeras previsiones que ofreció su Sectorial Vitivinícola, ya se situaba en torno a un 15 y un 20 por ciento menos que la campaña anterior.

Así pues, a pesar de la incertidumbre de los agricultores, todavía habrá que esperar unos días para ver la evolución de la uva en las diferentes zonas de la región. Por lo demás, ha concluido Fresneda, “la vendimia se está desarrollando con total normalidad”, destacan desde la organización agraria.

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