La lluvia de Semana Santa, las que se han registrado desde el pasado viernes 19 de abril se traducen en términos generales en un gran beneficio para el campo alicantino, que llevaba meses sufriendo la falta de precipitaciones (salvo algún episodio concreto registrado en febrero).

Según ha explicado el presidente de ASAJA Alicante, Eladio Aniorte, esta lluvia de Semana Santa “al haber caído durante cuatro días de forma moderada, salvo episodios muy concretos, el terreno ha drenado correctamente y apenas ha habido daño por arrastre”.

El agua ha sido “una bendición” para los cultivos y permitirá que “haya una correcta brotación durante la primavera, tanto para los cultivos de secano como para los de regadío”.

También, esta lluvia de Semana Santa provocarán un aumento de calibres y producciones. Por ejemplo, “la patata ganará hasta 500 kilogramos más por tahúlla y la alcachofa contará con dos o tres cortes más”, según concreta Eladio Aniorte.

Otro de los puntos positivos de la lluvia de Semana Santa viene de la mano del ahorro en agua. Asaja Alicante estima que los agricultores no tendrán que regar por goteo sus hortalizas durante unos 15-20 días, periodo que se amplía hasta un mes en otras especies arbóreas como el granado.

POR COMARCAS

De media se han recogido alrededor de 150 litros por metro cuadrado desde el viernes y hasta ayer lunes en la provincia de Alicante.

En la Marina Baja se han llegado a recoger hasta 200 l/m2 en algunos puntos de Callosa d´En Sarrià. En Altea las precipitaciones alcanzaron los 98 l/m2. Estas precipitaciones beneficiarán al níspero más tardío, permitiendo que gane calibre. Sin embargo, cuando todavía queda por recolectar el 80% del cultivo, ha provocado rajado en algunas parcelas, daño que se suma al provocado por el viento, que ha tirado fruto al suelo, y el causado por el intenso calor que se registró el pasado domingo 14 de abril. Los productores tendrán que esperar unos días para poder realizar los siguientes cortes, ya que el fruto se encuentra ahora en un momento muy sensible.

En la Montaña de Alicante, las lluvias han tenido un efecto muy positivo en cultivos como la cereza, el olivar, la almendra, la vid y los herbáceos. En esta zona, destacan los 347 l/m2 que se han recogido en Vall de la Gallinera, o los 250 l/m2 de Planes. Salvo daños concretos y casi puramente testimoniales, las precipitaciones permitirán que la cereza gane calibre y que el ciclo de cultivo termine en buenas condiciones. El árbol, que llevaba tiempo sufriendo estrés hídrico, podrá sacar la cosecha en buenas condiciones.

En el Alto Vinalopó destacan las precipitaciones que se han producido, por ejemplo, en Villena, donde hay puntos en los que se han recogido entre 130 y 170 l/m2. Salvo parcelas concretas en las que van a haber daños por encharcamiento, los beneficios han sido extraordinarios en el olivar o el almendro. También ha sido positivo para el cereal y los frutales que ya han superado los periodos de cuaje.

En las parcelas hortícolas de Villena en las que el suelo ha drenado correctamente, el agua recibida tendrá efectos positivos sobre cultivos como la zanahoria (que empezó a plantarse bajo manta en noviembre), el nabo, la patata, los puerros, etc.

En el Medio Vinalopó las precipitaciones también han sido muy beneficiosas. La vid estaba sufriendo el estrés hídrico y había una brotación desigual. Esta lluvia permitirá que la planta realice mejor sus funciones y se espera que el cuaje se vea menos escalonado. De momento, ya se pueden ver los racimos de Aledo y Victoria.

En el Bajo Vinalopó la lluvia ha sido muy positiva y se han recogido alrededor de 110 litros por metro cuadrado de media en Elche, salvo en las pedanías de El Altet y Torrellano, donde las precipitaciones han sido más copiosas y se han alcanzado los 140 litros por metro cuadrado. Las lluvias han beneficiado notablemente al cultivo del granado, permitiendo que se lave la tierra y el árbol. También ha beneficiado a las hortalizas de invierno como la coliflor, el brócoli y la alcachofa. Aunque ya se plantan menos, las lluvias también serán positivas para las hortalizas de verano como el melón, la sandía o el calabacín. Los agricultores que estaban pendientes de plantar durante estos días tendrán que esperar unos días para poder entrar en las parcelas.

FALTA DE INFRAESTRUCTURAS

Asimismo, y ante esta lluvia de Semana Santa, ASAJA Alicante lamenta la falta de infraestructuras hídricas para almacenar el agua de lluvia y evitar que se eche a perder en el mar. En la cola del Segura estos días ha habido hasta dos metros de agua que se estaba vertiendo al mar. “No costaría mucho dinero hacer una tubería, aprovechando el propio Trasvase Tajo-Segura, que permitiera que el agua se condujera hasta el embalse de la Pedrera y así poderla utilizar para regar durante los próximos meses”, ha considerado el presidente de ASAJA Alicante, Eladio Aniorte, que ha destacado la importancia de realizar este tipo de obras para conducir los sobrantes del río hasta los embalses que hay en la cola del Trasvase Tajo-Segura, como son los de la Pedrera y Crevillente. Sin embargo, la clase política “ha abandonado este tipo de proyectos necesarios para nuestro territorio”.

Respecto al Trasvase Tajo -Segura, también destaca que en Entrepañas hay 293hm3 embalsados, un volumen que ha crecido un 7% respecto a la semana pasada y que supone un 35.09% más que el que se contabilizaba en 2018. En Buendía también aumenta el agua embalsada y, en concreto, lo hace en un 0,31% respecto a la semana pasada. La cantidad de agua almacenada, 303 hm3, es un 18,49% superior a la que se contabilizaba en 2018. Los estados de Entrepañas y Buendía con más de 600 hm3 almacenados garantizan que el sistema del acueducto se encuentra en situación de nivel 2 y se deben trasvasar 38 hm3 mensualmente y de forma automática.

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