El Gobierno de Castilla-La Mancha y la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (Jcrmo) han mostrado este lunes 6 su preocupación por los posibles trasvases contemplados en el futuro convenio que podría firmarse entre el Ministerio de Transición Ecológica y los usuarios de la infraestructura Júcar-Vinalopó.

Este posible convenio tendría un periodo quinquenal y vendría a garantizar el envío de 20 hectómetros cúbicos anuales a la zona, según han advertido el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural en Albacete, Manuel Miranda, y el presidente de la Jcrmo, Herminio Molina, en una reunión que han mantenido este lunes, según ha indicado en una nota de prensa la Delegación de la Junta de Comunidades en Albacete.

En el encuentro, han analizado asuntos relacionados con la demarcación hidrográfica del Júcar y que podrían afectar directamente a los intereses de los regantes de la provincia de Albacete.

En ese sentido, Miranda ha avanzado que la Consejería de Agricultura quiere tener una reunión «lo antes posible» con el nuevo presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Manuel Alcalde, «para interesarse por los temas que hay pendientes para Albacete», lo que incluye acabar la sustitución de bombeos o los nuevos regadíos del Canal de Albacete.

Denuncian que «se podrían estar enviado caudales con destinos distintos a los establecidos en el plan de cuenca»

Asimismo, el Gobierno regional pedirá al organismo de cuenca que Castilla-La Mancha participe en las decisiones con los que respecta al trasvase al Júcar-Vinalopó o sobre los recursos que se pretenden liberar para la Albufera.

También exigirá a los responsables de la CHJ «recursos necesarios para acometer los proyectos comprometidos en nuestra comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, que llevan sin ejecutarse varios años, como el mencionado Canal de Albacete, la finalización de la sustitución de bombeos o la redotación de los regadíos de la provincia», ha indicado Miranda.

Por su parte, el presidente de la Jcmro ha comentado que el trasvase del Júcar-Vinalopó, se suponía para la sustitución de bombeos que recuperen los acuíferos de la zona pero ha considerado que «el carácter de riegos de socorro, parece reflejar que los perceptores finales de estos recursos no disponen de aguas subterráneas por lo que se podrían estar enviado caudales con destinos distintos a los establecidos en el plan de cuenca».

Además, Molina ha mostrado su preocupación por las exigencias de las administraciones valencianas y de los movimientos conservacionistas, para conseguir un nuevo aporte de aguas del Júcar a la Albufera para la consecución del potencial ecológico que se quiere alcanzar en la zona».

«Dichos aportes se pretenderían hacer antes de atender las necesidades de los regantes y usuarios castellano-manchegos», ha apuntado Molina, que ha insistido en que «nuestra comunidad autónoma tiene importantes intereses sin atender en la demarcación del río Júcar».

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