La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía ha ajustado a la baja su aforo inicial de aceite de oliva, como consecuencia de un otoño marcado por la escasez de lluvias y las altas temperaturas, a lo que se ha sumado los daños provocados por las borrascas atlánticas de este invierno. Si en octubre del año pasado la Junta de Andalucía estimaba una producción de 1.348.000 toneladas, los datos mensuales y una bajada récord del rendimiento graso en esta campaña apuntan a una horquilla que sitúa la producción final entre 1.050.000 y 1.100.000 toneladas de aceite de oliva.
Con este ajuste del aforo inicial de aceite de oliva, la consejería adecua sus estimaciones a la incidencia de los distintos factores que condicionan la producción del aceite de oliva, en este caso climatológicos como la falta de lluvias, las altas temperaturas del otoño y los daños provocados en el campo por borrascas atlánticas como ‘Filomena’.
El aforo de la producción de aceite de oliva presentado por la consejería en el mes de octubre de 2020 (y que ya provocó muchas dudas en el sector) estimaba una producción de 6.565.200 toneladas de aceituna de almazara y una producción de aceite de oliva de 1.348.000 toneladas. Esta estimación se obtiene tras aplicar a la producción de aceituna estimada, los rendimientos grasos medios de las últimas campañas.
Con los datos de producción de aceite de oliva a fecha 31 de enero publicados por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), que indican una producción de 858.000 toneladas de aceite de oliva, se hace necesario ajustar la cantidad estimada a finales de la campaña.
Los datos presentados en octubre eran estimaciones de producción, y, por tanto, condicionados a la evolución de la climatología en los meses siguientes. Así, durante la primera quincena de septiembre, y sobre todo las tres primeras semanas del mes de noviembre, las temperaturas medias fueron inusualmente altas, ya que en este último periodo se alcanzó una temperatura media de 14,95 grados, más de dos grados de diferencia con respecto a la media histórica. En cuanto a las precipitaciones, el déficit de lluvia acumulada desde el 1 de septiembre hasta el 24 de noviembre de 2020, fue de 55 litros menos por metro cuadrado respecto a la media histórica.
EL MENOR RENDIMIENTO EN LOS ÚLTIMOS 25 AÑOS
La lipogénesis -producción de aceite dentro de la aceituna- se inicia en el verano, alcanzando su máximo durante los meses de octubre y noviembre, dependiendo de la variedad y la climatología, entre otros factores. La climatología tan anormal de este otoño ha provocado que la cantidad de aceite producida por kilogramo de aceituna -el rendimiento graso- haya sido la menor en los últimos 25 años. En Andalucía hasta el mes de enero incluido, el rendimiento ha sido de un 17,7%, cuando la media de la serie histórica disponible es de un 21%.
A todo esto, hay sumar que, desde principios de año, se han sucedido una serie de borrascas atlánticas, como la dañina ‘Filomena’, que ha hecho que parte de la aceituna cayera al suelo. Pero, además, en algunas zonas y debido al frío intenso, se ha helado la aceituna, con la consiguiente pérdida en cantidad y calidad.
A la vista del análisis de la distribución mensual de la producción de aceite de oliva en los meses de febrero, marzo, abril y mayo de las últimas campañas, y de la bajada del rendimiento graso de esta campaña, se estima que la producción de aceite de oliva en Andalucía puede situarse en la horquilla de 1.050.000-1.100.000 toneladas de aceite de oliva.