Hace unos días, la industria láctea de FeNIL hacía un llamamiento al patriotismo e instaba a consumir productos lácteos nacionales. La dura respuesta llegó de Asaja CyL, que les acusó de ser directamente unos «hipócritas». Y ahora es COAG de Castilla y León quien denuncia que la industria láctea insiste en recortar precios a los ganaderos pese a aumentar el consumo de leche y mantenerse los precios finalistas y con bajada de hasta 3 euros por tonelada a los ganaderos «sin que existan motivos que justifiquen tal medida». Asimismo, critican que muchas de estas empresas pueden ser beneficiarias de las ayudas en forma de avales, que la Junta de Castilla y León ha instrumentalizado para ayudar al sector.

La venta de leche en el hiper se ha disparado desde que comenzó el confinamiento. Según datos del Ministerio de Agricultura durante la semana 11 de 2020, o sea, la que va del 9 al 15 de marzo, cuando comenzó el estado de alarma, el consumo de leche creció un 49,90 por ciento en relación a la misma semana de 2019. Y lo mismo sucedió en semanas posteriores. Especialmente en la semana 13 (23-29 de marzo) cuando se compró un 64 por ciento más de leche que durante la misma semana de 2019.

Y si en las primeras semanas se pensó que sería una reacción motivada por el pánico al desabastecimiento, como así fue de hecho, hasta el punto de que algunas firmas tuvieron que multiplicar por cinco su flota de transporte para atender la demanda, el crecimiento se sostuvo durante las siguientes semanas.

CELTA, ha impuesto una bajada de 3 euros por tonelada, lo que supondrá un ajuste de 1.500 euros anuales a las explotaciones medias

Y durante esas mismas fechas, como muestra el Índice de Precios en Origen y Destino –IPOD- que elabora COAG, los precios para el consumidor no han caído. Se han mantenido perfectamente estables.

Sin embargo alguna empresa, como se ve con nitidez mediante estos datos, injustificadamente, ha comenzado a recortar los precios que paga a los ganaderos por su leche de vaca. Concretamente, CELTA, ha impuesto una bajada de 3 euros por tonelada, lo que supondrá un ajuste de 1.500 euros anuales a las explotaciones medias.

Ante tal hecho, COAG Castilla y León «se muestra indignada porque la medida no cuenta como un mínimo apoyo lógico. Y porque, el sector lácteo acumula una triste trayectoria de precios deprimidos que no cubren los costes de producción·.

La organización recuerda esta inmensa ingratitud con el sector agropecuario que encerró los tractores sobre los que se manifestaba para centrarse en ayudar a la sociedad durante la pandemia, y que pensó que la administración se sensibilizaría con sus históricas y justas reivindicaciones, pero que el tiempo va tildando de infundadas tales esperanzas.

Incluso, denuncia COAG Castilla y León, que algunas de estas empresas que recortan sin escrúpulos los precios a los ganaderos, hundiéndolos más en su irremisible ruina, pueden ser beneficiarias de las ayudas en forma de avales, que la Junta de Castilla y León ha instrumentalizado para ayudar al sector.

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