El aumento de la producción de carne procedente de diferentes especies animales ganaderas, con el sector porcino a la cabeza, consecuencia del “milagro productivo español”, denominado por Albert Morera, director general PATEL SAU del Grupo Vall Companys en su intervención en el Congreso de EFPRA en Barcelona (21-22 de junio), catapulta a España como segundo productor europeo de subproductos animales, detrás de Alemania, procedentes directamente de las explotaciones y de los mataderos y salas de despiece: unas 2.475.000 toneladas en 2017. Aun así el sector SANDACH detecta dificultades para las exportaciones de las Proteínas Animales Transformadas (PAT) a países extracomunitarios.

“De ese volumen, la industria de procesamiento de harinas y grasas animales, cuyas empresas se asocian bajo el paraguas de la Asociación Nacional de Industrias Transformadoras de Grasas y Subproductos Animales (ANAGRASA), produce unas 830.00 toneladas de subproductos de origen animal no destinados al consumo humano (SANDACH), en sus tres categorías”, como ha explicado Christian Morron, secretario ejecutivo de ANAGRASA durante el Congreso de EFPRA en Barcelona, al que han asistido 350 personas del sector de unos 25 países.

SANDACH, clave en economía circular

El 85% de las harinas cárnicas, adscritas a la categoría 1 de SANDACH se destina a combustible, y como categoría 2, en un 15% a fertilizante. Las PAT de categoría 3 se destinan en un 43% a alimentación para mascotas, en un 40% a fertilizantes y en un 8% a alimentación en acuicultura.

En el caso de grasas animales, el destino del 65% de SANDACH de categoría 1 y en su mayoría de categoría 2 es su empleo como biodiesel, “un aspecto de especial relevancia, ya que estos subproductos no aptos para el consumo humano y al no competir como alimentos para las personas, son muy útiles para la producción de biocombustibles”, ha añadido Morron. Las grasas animales de categoría 3 se utilizan en más de un 70% para alimentación animal y el resto para comida de mascotas y la industria petroquímica.

“Estas cifras revelan la importancia del sector SANDACH como actor clave en la economía circular de harinas y grasas animales. Sin su labor de reutilización comercial de estos subproductos animales se causarían costes medioambientales y económicos elevadísimos”, ha subrayado el secretario ejecutivo de ANAGRASA, que reúne a 43 empresas del sector, que representa los intereses a nivel nacional e internacional y que ha desarrollando una labor intensa de visibilidad, renovando su imagen corporativa y su página web.

El embudo de las exportaciones a terceros países

Christian Morron ha repasado los cambios y las oportunidades del sector SANDACH, pero ha incidido en las dificultades de exportación de las PAT a países extracomunitarios por varias causas: “A diferencia de los productos cárnicos, la Administración no fomenta esta salida comercial y son los propios países terceros los que se muestran reticentes a importarlos por la prohibición de su uso para alimentación de rumiantes y animales monogástricos (porcino) en la Unión Europea”.

Solo las PAT de porcino y pollo españolas se pueden exportar en este momento a Tailandia, Chile, Turquía, Israel, Sudáfrica, Serbia y Colombia, países a los que se exportaron solo 30.000 toneladas en 2017. “Todavía no podemos exportar PAT con presencia de subproductos animales de rumiantes. Sobre esta posibilidad, la Administración española está negociando con las autoridades de Tailandia e Indonesia sobre la posibilidad”, ha declarado el secretario ejecutivo de ANAGRASA.

La segunda y última jornada del Congreso de EFPRA en Barcelona ha acogido también otras interesantes ponencias como el balance de SANDACH a nivel europeo en 2017, a cargo de Dirk Dobbelaere, secretario general de la patronal europea EFPRA, o el análisis del sector porcino español en relación con la industria de transformación de harinas y grasas animales, por Albert Morera, director general PATEL SAU, del grupo Vall Companys.

Por su parte, Francesco Salvi, asociado senior en Pavía e Ansaldo, bufete de abogados italianos, ha avanzado la nueva legislación de la UE en energías renovables, donde el empleo de SANDACH puede significar otra salida comercial.

Además, Frans Kampers, senior strategy officer de la Universidad de Wageningen ha dado pistas cómo lograr la transición a un sistema alimentario sostenible, asequible, fiable y de alta calidad en una década o dos, que cumpla con las necesidades de una población diversa y creciente.

Finalmente, el presidente de EFPRA, Sjors Beerendonk, ha clausurado el Congreso y ha anunciado que su próxima edición tendrá lugar en la localidad costera La Baule (Francia), del 12 al 15 de junio de 2019.

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