La Guardia Civil de Cádiz está llevando a cabo una campaña de intensificación de la vigilancia para la prevención en el furtivismo, no sólo el que se realiza contra la caza mayor sino también contra la caza menor, donde se ha sorprendido a varios furtivos, a los que se les han intervenido las armas que portaban y los efectos para la práctica ilegal de la caza.

En numerosas ocasiones con el furtivismo se abate a los animales, previo encargo, para la obtener su cabeza como trofeo, causando un grave perjuicio para la práctica legal de la actividad cinegética, la cual constituye un verdadero motor económico en la zona.

Entre las actuaciones más relevantes, según informa la propia Guardia Civil, está la detención en Alcalá de los Gazules de un varón, al que se ha intervenido, armas con número de serie borrado, intensificadores de visión, linternas y supresores del sonido. O la realizada hace escasas horas, donde han sido sorprendidos dos jóvenes que se trasladaban después de una noche de caza furtiva con un rifle provisto de supresor del sonido y de mira con visión nocturna.

detenido un activo furtivo de la zona, el cual tenía retirada la licencia para poseer armas de fuego, debido a antecedentes por agresión sexual

Esta campaña de intensificación de la vigilancia responde a la proliferación de personas que de forma particular y otras bajo encargo, se lanzan a la sierra para abatir un animal que les proporcione un trofeo que colgar, bien en sus domicilios, bien para venderlo bajo encargo.

Una de las últimas actuaciones realizadas, merece una mención especial por cuanto a la dificultad de llevarla a cabo. Después de meses de trabajo, los agentes del Puesto de Alcalá de los Gazules, han detenido a un activo furtivo de la zona, el cual tenía retirada la licencia para poseer armas de fuego, debido a antecedentes por agresión sexual y estar implicado en varias reyertas con diversos lesionados en las mismas.

El perfecto conocimiento del terreno en el que se movía, debido a su actividad furtiva y el hecho de que trabaja en una explotación ganadera de cabras, hizo que los guardias civiles tuvieran que redoblar sus esfuerzos para llevar a buen puerto las diligencias.

Los guardias civiles de Alcalá, procedieron a registrar en el momento de su detención la explotación ganadera, encontrando ocultos en la misma una escopeta con el número de serie borrado, cientos de cartuchos de distintos calibres, algunos de ellos prohibidos, intensificadores de luz, miras telescópicas provistas de visión por infrarrojos, básculas portátiles para pesar las piezas e incluso la capucha con la que ocultaba su rostro durante sus correrías furtivas.

Por todo lo anterior, se procedió a su detención como presunto autor de delito de tenencia ilícita de armas, depósito de municiones, contra la flora y fauna, hurto y daños.

De igual, forma esta misma mañana han sido sorprendidos dos jóvenes que se trasladaban por carretera, después de una noche de caza furtiva, con un rifle provisto de supresor del sonido y de mira con visión nocturna, siendo denunciados ambos e intervenido el rifle que portaban.

Cabe recordar, que la actividad cinegética realizada de manera legal y controlada, supone un impulso económico en las comarcas donde se practica, y que el furtivismo está llevando a especies como la de la perdiz roja, especie autóctona de nuestro país y de gran presencia en la campiña gaditana, a su desaparición, con el con el riesgo para el empleo de las numerosas familias que viven de la caza en nuestra campiña.

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