Teresa Jordà, consellera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya, ha reivindicado la figura de los agricultores y de los ganaderos en la gestión del territorio y ha afirmado que «deben ganarse la vida». Así lo ha expresado hoy durante su parlamento de inauguración de la 67ª edición de la Feria de Sant Miquel (Salón Nacional de la Maquinaria Agrícola) y la 36ª edición de Eurofruit (Feria Profesional de Proveedores de la Industria Frutícola), salones que se desarrollarán hasta el 3 de octubre en el recinto de Fira  de Lleida con la presencia de 290 expositores y con la celebración de una cincuentena de actividades paralelas.

En su discurso, la consellera ha destacado que Catalunya «es un país de referencia y de prestigio por su sistema agroalimentario, que facilita la cohesión territorial», a la vez que ha apostado dentro de esta gestión del territorio por la «revolución verde», por la producción sostenible de alimentos, por la transformación tecnológica y por la promoción del papel de las mujeres y de los jóvenes en el sector. «Tenemos que recuperar el orgullo de país, con un sistema agropecuario más equitativo y sostenible», ha dicho.

Jordà, después de firmar en el libro de Honor de Fira de Lleida y antes de hacer la tradicional visita a los expositores, ha atendido a los medios de comunicación y ha reclamado al Gobierno que la Ley de la Cadena Alimentaria, el proyecto de modificación que se está tramitando, ampare los productores y no sea sólo «una ley de cara a la galería».

UNA «ESPERANZA» QUE RECUPERA UN REFERENTE EUROPEO DEL SECTOR, «UN GENERADOR DE ECONOMÍA Y DE CONFIANZA»

Por ello, ha pedido prohibir la venta a pérdidas porque «un productor no puede vender por debajo del precio de producción» y «ha de poder ganarse la vida». Jordà ha pedido «más presupuesto» para agricultores, ganaderos y sector productivo aunque se ha mostrado convencida de que la nueva consejería de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural contará con «unos buenos presupuestos», en caso de que terminen prosperando los cuentas de la Generalitat para 2022.

En su parlamento, Pueyo afirmó que la celebración de la Feria de Sant Miquel, el primer certamen presencial de estas características en Catalunya, es toda una «esperanza» que recupera un referente europeo del sector, «un generador de economía y de confianza». También ha destacado que Lleida aspira a ser la capital europea de la transformación tecnológica en cuanto a la agricultura.

También ha apostado por la digitalización del sector primario el presidente de la Diputación, Joan Talarn, quien ha comentado que después de la crisis hay que acelerar los cambios económicos, unos cambios a los cuales contribuye una feria que es «un foro de debate sobre la transformación de la economía verde, circular y digitalizada» para mejorar la gestión del territorio.

Por su parte, Jaume Saltó, presidente de la Cámara de Comercio, ha recordado que Lleida «no sólo exporta fruta, sino que también tecnología». Sin embargo, lamentó la deslocalización de empresas de Lleida, una cuestión preocupante y sobre la que ha pedido el apoyo del Gobierno de la Generalitat.

En el capítulo de la seguridad sanitaria hay que recordar que Fira de Lleida ha implementado un avanzado sistema de Inteligencia Artificial que, mediante videocámaras, controla la gente que entra y sale del recinto y que avisa automáticamente y en tiempo real cuando no cumplan los protocolos de aforo, distancia social, uso de mascarilla, etc.

Los sectores presentes en la feria son los de la agricultura de precisión, la maquinaria agrícola, los equipamientos y servicios para la agricultura y la ganadería, los productos y alimentos de proximidad, el embalaje, el viverismo, la defensa vegetal, la maquinaria industrial, la protección antihelada y antigranizo, los sistemas auxiliares, el riego, los drones y la automoción, entre otros.

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