Ángel Samper Secorún / Secretario General Asaja Aragón

El término “España Vaciada” se ha hecho casi viral. Cualquier español sabe a qué se refiere y generalmente arranca muestras de solidaridad tan solo escucharlo. Tan es así que hasta se va a erigir, si no lo ha hecho ya, en marca electoral.

Sin embargo, quienes vivimos y “sufrimos” la realidad que hay detrás de ese término sabemos que no hay fórmulas mágicas que puedan reconstruir lo destruido durante décadas, la mayoría de las veces por simple dejadez y abandono de los políticos de turno.

Por eso, hartos ya de ser utilizados incluso en la terminología, hemos dicho ¡BASTA!. Y el próximo 20 de marzo agricultores, ganaderos y todo el Medio Rural nos daremos cita en Madrid para formar parte de una gran manifestación que comenzará en la Puerta de Alcalá y finalizará en la Plaza de Santa Cruz, frente a la sede del Ministerio de Medio Ambiente. Nuestras reivindicaciones tienen que llegar a todos los rincones de España.

Son tantos los problemas que venimos sufriendo que si los enumerásemos llenaríamos una enciclopedia. La lista de razones y sinrazones es interminable y la falta de respuesta de nuestras Instituciones también. Lo venimos denunciando en sucesivas editoriales y con ello tan solo arrancamos alguna promesa y muchas palmaditas en la espalda, eso sí. Con palmaditas, Señorías, no se come.

Venimos repitiendo hasta la saciedad que la INDIGENCIA PRESUPUESTARIA a la que nos condenan un año tras otro es la raíz de la mayoría de los problemas. “Sin cuentas, cuentos” como hemos dicho en más de una ocasión. Solo tenemos que analizar con cifras y datos las partidas que la España “viciada” ha destinado a la España “vaciada” para darnos cuenta de que todos los apoyos con que se llenan la boca son una auténtica farsa. Basta comprobar la dotación de los PDR de Aragón, principal fuente de apoyo al Medio Rural en las CCAA; con respecto al periodo 2007-2013, los apoyos presupuestarios con fondos de Aragón se estrangularon a la mitad y a un tercio por parte del Ministerio. Esto ha sucedido al mismo tiempo que los Presupuestos Generales de nuestra Comunidad Autónoma han pasado de 4.500 a 6.500 millones de euros. En mayor o menor grado esta situación se ha repetido en casi todas las Comunidades Autónomas.

A pesar de la evidencia presupuestaria, los políticos han intensificado hasta la saciedad sus discursos de apoyo a la España “vaciada” con variadas puestas en escena para convencernos de que están sensibilizados con nuestra situación; mientras tanto siguen con sus medidas de siempre; así que al final, como tantas veces, van a conseguir lo contrario de lo que predican.  Me niego a pensar que haya un grado de premeditación en esta “deconstrucción” -por seguir un término de moda- de la España rural. Sin embargo, sí que hay un grado elevado de contaminación mental en quienes nos gobiernan

Cuando una sociedad permite que los disparates se conviertan en Ley, como así está ocurriendo, tenemos un gravísimo problema. La España Viciada ha trastocado nuestros valores, presentando lo peor como lo mejor y lo bueno como pernicioso. Cuando la ética y la moral no están presentes, los vicios y disparates pueden llegar a convertirse en virtud. Recientemente me decía un responsable político: “las leyes dirán lo que quieran, pero la sociedad va por delante de la ley”. No es cierto; estamos constatando que cuando un disparate se convierte en ley la sociedad deja de verlo como tal y ese disparate se “normaliza”. El problema se ha agravado cuando los “viciosos de pata negra” han encontrado el camino a través de las leyes, un camino inmejorable para sus propósitos. Decía Cicerón: “me avergüenzo de esos filósofos que no quieren desterrar ningún vicio sino está castigado por el juez”. Ahora, nos hemos convertido todos en grandes filósofos, en salvadores de vicios propios y causas ajenas.

Este relato ideológico, tan alejado muchas veces del sentido común, se ha infiltrado hasta tal punto que las medidas políticas no tienen más objetivo que el cumplimiento de ese ideario, cueste lo que cueste. Un ideario que ya ni siquiera es suyo, sino que es dirigido y hasta subvencionado por lobbies de toda calaña, cuyos fines últimos nos dejarían de piedra si llegásemos a conocerlos.

Como ejemplo, hace unas semanas llegó a mis manos “El informe Kissinger NSSM 200”, documento Memorándum de Estudio para la Seguridad Nacional nº200”. Parece ciencia ficción, pero no lo es sino un plan secreto que el Secretario de Estado H.Kissinger envió al Presidente de los EEUU Richard Nixon. En él desgrana cómo hacerse con los recursos estratégicos usando el control de la natalidad y la producción de alimentos como arma de control. Para conseguir el fin, el informe contenía también un plan para presentar como cuestiones sociales y no económicas, la razón principal. En la segunda parte de dicho informe se detalla el engaño y la estrategia global, en la que se indica la necesidad de crear instituciones voluntarias independientes para llevar a cabo su plan.

Estas instituciones de voluntarios son lo que actualmente conocemos como las ONG. A raíz del informe Kissinger se creó una Comisión para el Crecimiento Demográfico y el Futuro de Norteamérica. Dicha Comisión, fue presidida por John D. Rockefeller III. El informe Kissinger fue clasificado y protegido como “confidencial” en 1974, pero fue desclasificado en 1989. Es público en la red en estos momentos. Acercarse a su lectura nos ayuda a abrir los ojos. Es por ello por lo que nos preguntamos: ¿Como es posible que confluyan los intereses de los Rockefeller de turno con las ideologías que odian lo que representan? En este momento con el rechazo a la carne está ocurriendo lo mismo.

Vivimos en una sociedad fácilmente manipulable y existen poderosísimos lobbies que lo saben. Pueden hacer lo que quieran, incluso lo más abominable como acabamos de relatar. Allí donde ponen su foco ideológico se emplean a fondo con todos los medios posibles para cambiar los valores que, en definitiva, son los que sustentan la sociedad. Podemos comprobar que de un tiempo a esta parte la carne, la leche, los animales, nuestros productos agrarios y sistemas de producción están constantemente en tela de juicio. Una poderosísima campaña en contra está cambiando la percepción de la sociedad, especialmente de los jóvenes. Expresiones que hace unos años nos resultarían inverosímiles por ridículas, tales como “yo no como cadáveres de animales” ahora forman parte del ideario de una corriente ideológica muy fuerte que está trasladando a la sociedad una idea tergiversada y también perversa del trato que el medio rural da a los animales. La última vuelta de tuerca es el Anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los Animales. Ante este despropósito nos preguntamos: ¿por ley conseguirán convertir a los animales en humanos y a los humanos en bestias?… tiempo al tiempo.

Curiosamente, la ONU ha elegido el 20 de marzo para celebrar el “Día Internacional de la Felicidad” manifestando que “la felicidad individual pasa por la felicidad global con la colaboración de todos. No dejemos a nadie atrás. Luchemos por nuestros Objetivo de Desarrollo Sostenible” Espero y deseo que esta coincidencia no sea casual y que los deseos de la Asamblea General de la ONU se cumplan también con los nuestros. La felicidad de todos no puede ser posible dando la espalda a la sostenibilidad del Medio Rural.

Por ello, EL 20 DE MARZO TENEMOS QUE ESTAR TODOS EN MADRID PARA ALZAR NUESTRA VOZ Y DEFENDER NUESTROS VALORES. UNA SOCIEDAD QUE ABANDONA AL MEDIO RURAL ESTÁ CONDENADA AL FRACASO.

¡TE ESPERAMOS!

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