El compromiso de los agricultores y ganaderos, y del mundo rural en su conjunto, fue decisivo para impulsar la movilización social que condujo a España a recuperar la democracia tras la dictadura franquista, hasta conseguir la Constitución democrática que ahora cumple su 40 aniversario. Así lo reivindican los agricultores y ganaderos desde UPA, la organización agraria que representa a la agricultura familiar, cuyos orígenes se remontan a esa misma etapa de nuestra historia en este aniversario de la Constitución.

«Las movilizaciones en los pueblos para exigir precios justos, las famosas tractoradas de los últimos años 70 –aseguran desde UPA- fueron el germen del sindicalismo agrario democrático y la primera ocasión en que nos hicimos visibles para la sociedad, con reivindicaciones que se mantienen hasta el presente».

La sociedad rural ha demostrado en este aniversario de la Constitución su firme compromiso con los valores democráticos

UPA recuerda ahora, cuarenta años después, que el mundo rural español había conocido en las dos últimas décadas de la dictadura el mayor proceso de migración interior de la historia de España, con millones de hombres y mujeres que poblaron los barrios periféricos de las ciudades españolas –y otras muchas en Europa-, «contribuyendo con su trabajo en la industria a los primeros progresos económicos tras el desastre de la guerra y la postguerra».

«Todos y todas, los que migraron a las ciudades y los que se quedaron en los pueblos, -señalan desde UPA- fueron decisivos para impulsar el mayor periodo de estabilidad y progreso que ha conocido España», con una convivencia democrática que «también nos ha exigido muchos sacrificios y una gran capacidad de adaptación a los cambios», recordando por ejemplo que en apenas unos años «pasamos del monopolio estatal en la compra de trigo a integrarnos en el gran mercado abierto de la Unión Europea».

La sociedad rural española ha demostrado sobradamente en aniversario de la Constitución su firme compromiso con los valores democráticos, participando masivamente en todas las convocatorias electorales, «siendo como el resto de la sociedad un reflejo cambiante de la diversidad y la pluralidad de opciones de voto que hemos tenido en cada momento».

«Con nuestro trabajo –afirman- hemos conseguido tener ahora uno de los sistemas agroalimentarios más eficientes, sostenibles y seguros del mundo», que se enfrenta sin embargo a dos grandes retos históricos que se condicionan entre sí: «garantizar precios justos y rentas dignas para los y las profesionales que trabajamos en el campo», y con ello evitar el despoblamiento progresivo de las zonas rurales, porque solo con expectativas de futuro «mantendremos a los y las jóvenes en los pueblos».

En UPA se muestran convencidos, en todo caso, de que estos y el resto de problemas del mundo rural sólo pueden «abordarse con una democracia fuerte, arropada en el empuje colectivo y solidario de toda la sociedad española, como refleja el espíritu de la Constitución».

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