El Pleno del Consejo Regulador de la DOCa Rioja ha aprobado este viernes 12 las ‘Normas de Campaña’ que regularán la vendimia 2020, en un acuerdo en el que la crisis global y la delicada situación actual del sector han sido protagonistas. Las magnitudes pactadas permiten la entrada en bodega de un rendimiento amparable equivalente al 90% del establecido por las normas de la Denominación, un rendimiento de transformación del 70% y un stock de hasta el 10%.

En este mismo contexto de rendimiento amparable se ha pospuesto la revisión de la continuidad de la figura de stock hasta el 30 de junio de 2021; entre tanto se trabajará en la mejora de esta figura, haciéndola más atractiva y adecuándola a las necesidades reales de los operadores.

DETALLE DE LAS NORMAS APROBADAS:


En el caso de las uvas tintas, el rendimiento de campaña será del 100% y el máximo amparable será hasta de hasta 5.850 kgs por hectárea, equivalente al 90% del establecido. Sobre los 650 kgs restantes, el viticultor, de común acuerdo con la bodega en la que se entreguen, podrá constituir un stock cualitativo individual del 10%; en caso de no constituirse, se destinará un 5% a vino no amparado y el resto, hasta 10%, a destilación.


En el caso de las uvas blancas, el rendimiento de campaña será del 95%: el rendimiento máximo amparable será hasta de 8.100kgs. por hectárea, equivalente al 90% del establecido. Los 450kgs. restantes (5%) serán admitidos como provenientes de desviaciones por causas climatológicas y la transformación que resulte será vino común.


En lo que se refiere al rendimiento de transformación, la ratio para este año se fija en 70 litros de vino por cada 100 kg. de uva.


La formalización del stock regulador deberá darse antes de la declaración de elaboración, y en todo caso con fecha límite 31 de octubre, no pudiendo ser desbloqueado hasta 2023, a menos que la ratio se sitúe por debajo de 3,15 o salvo merma de cosecha en la explotación superior al 30%.


El encuentro de los distintos agentes que representan al sector vitivinícola, que en esta ocasión ha tenido que ser celebrado de manera telemática, ha posibilitado también un nuevo acuerdo sobre la política de plantaciones. En cuanto a la superficie pendiente del anterior periodo (2016-2018), así como la acordada correspondiente a los años 2019 y 2020, el Pleno ha acordado que su reparto se aplace un año, a 2022, no solicitándose más superficie  para el ejercicio 2021.

2019: AÑADA EXCELENTE

El aspecto positivo, al margen del rendimiento amparable,  y sin duda más esperanzador de la jornada ha sido la ratificación de la calificación como ‘EXCELENTE’ de la cosecha 2019, hito que no se producía desde el año 2011.

Este distintivo es la conclusión de un riguroso y transparente procedimiento de valoración consistente en el análisis y la cata de la totalidad de los vinos elaborados en la Denominación. Tras un ciclo vegetativo con óptima maduración de la uva, en los últimos meses se han observado resultados extraordinarios en la evaluación de los depósitos de fermentación, de donde los técnicos del Consejo han recogido las más de 4.500 muestras, las cuales han sido posteriormente catadas por un panel de 150 profesionales.

Pablo Franco, director del Órgano de Control del Consejo Regulador, hacía balance de la campaña de 2019, refiriéndose a la excelente situación sanitaria y vegetativa del viñedo y el estado de los racimos, sueltos, bien aireados y acompañados del moderado vigor de las plantas. En palabras de Franco «el año estuvo marcado por la estabilidad en la evolución del viñedo, no exento de ciertas incidencias muy locales producidas por fenómenos meteorológicos de poca transcendencia a nivel general».

Respecto a los vinos resultantes, el director del Órgano de Control del Consejo destacaba la calidad de los mismos subrayando la extraordinaria maduración en el tanino: «un tanino redondo y muy sedoso que ha marcado los vinos tintos desde su elaboración, que sorprende muy gratamente por manifestarse ya ahora y especialmente por tener estas sensaciones en vinos de alta carga polifenólica como los de este año, donde los IPTs nos definen una marcada estructura, con colores intensos. Cabe a su vez destacar la consolidación de tonos más claros en el color de los vinos rosados, con una expresión aromática predominante hacia notas más florales. Los vinos blancos son muy expresivos, destacando su gran volumen en boca, en línea con lo visto en los tintos. Se pone también en valor la apuesta por las variedades autóctonas y la gran evolución de la calidad de sus elaboraciones».

En palabras de Pablo Franco, «no hay duda de que, según el comportamiento del viñedo y a su vez lo descubierto en los vinos, la cosecha 2019 es ‘LA cosecha’. Una añada que refleja la verdadera maestría en el manejo de los tiempos por parte de los viticultores y bodegueros».

Cabe recordar que la cantidad recolectada en la cosecha de 2019 se situó en torno a 385 millones de kg de uva (de los que 342 fueron de uva tinta y 43 de uva blanca) y 267,27 millones de litros de la cosecha 2019 obtuvieron la certificación como vinos amparados por la DOCa Rioja (22,11 de blanco, 12,50 de rosado y 233,08 de tinto).

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