Asaja Asturias ha criticado que el Proyecto de Real Decreto de Normas para nutrición sostenible en los suelos agrarios supone «un ataque directo al sector agropecuario de la cornisa Cantábrica, por las graves consecuencias que ocasionaría al Principado y al resto de comunidades» de toda la Cornisa Cantábrica.

En un comunicado, esta organización agraria informa de que las organizaciones de Asaja de Asturias, Galicia, Cantabria, País Vasco y Navarra han presentado alegaciones conjuntas a este proyecto que pretende que a partir de 2021 sea obligatorio, sin excepciones, usar tubos colgantes para esparcir el purín.

Estas cinco agrupaciones se han unido para defender los intereses de los profesionales del sector en el norte de la península, ante los graves perjuicios que les podrían ocasionar las medidas propuestas por el proyecto de Real Decreto en el que se pretenden establecer las normas para la nutrición de los suelos agrarios.

RECUERDAN QUE LOS MEDIOS DE APLICACIÓN LOCALIZADOS NO SON ADECUADOS CUANDO LA PENDIENTE DEL TERRENO ES SUPERIOR AL 15 POR CIENTO

Señalan que el sector vacuno de la Cornisa Cantábrica está conformado por miles de explotaciones, la inmensa mayoría de ellas de carácter familiar, vinculadas al territorio y con una dimensión fuertemente condicionada por la difícil orografía de las zonas montañosas, por el pequeño tamaño de las mismas, y por una climatología con abundantes precipitaciones.

En las alegaciones presentadas de forma conjunta, recuerdan que en el documento orientativo sobre la prevención y reducción de las emisiones de amoniaco de origen agropecuario de UNECE, se indica claramente que los medios de aplicación localizados no son adecuados cuando la pendiente del terreno es superior al 15 por ciento, caracerístico de la Cornisa Cantábrica

«Se debería incluir esa limitación, además de que resulta imposible aplicar de forma localizada estiércoles o purines con un grado de humedad inferior al 88%, por la sencilla razón de que no fluyen a través de los tubos colgantes y, mucho menos, a través de los inyectores», recalcan.

Igualmente, apuntan, las fuertes pendientes y el gran número de ríos, riachuelos y regatos presentes en el territorio limitan enormemente las labores relacionadas con el abonado.

Las cinco organizaciones aceptan como propia la necesidad de ir aprobando planes de fertilización individuales en base a las indicaciones de asesorías técnicas, y estiman necesario mejorar tanto las instalaciones como la maquinaria para tales trabajos.

Teniendo en cuenta que el retroceso de la actividad ganadera supone el abandono del territorio, la expansión de especies invasoras y maleza, la proliferación de incendios y la sobrepoblación de fauna salvaje incontrolada, consideran que la sociedad y los poderes públicos deben de compatibilizar la necesaria conservación del medio ambiente, con la ayuda a las explotaciones agroganaderas para que puedan asegurar su supervivencia.

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