La consideración de la chufa como superalimento ha provocado un «aumento exponencial de su consumo» y ha mejorado las perspectivas comerciales de quienes la cultivan, según ha informado la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), que destaca que la chufa se ha consolidado como el cultivo más viable y con mejores perspectivas comerciales de la huerta valenciana, con una mejora de los precios en el campo.

«La consideración internacional de la chufa como superalimento (‘super food’) debido a sus magníficas propiedades nutricionales está incrementando la demanda en los principales mercados europeos, norteamericanos y asiáticos», ha informado la asociación.

Mientras que otros cultivos tradicionales de la huerta de Valencia sufren una crisis de precios, la chufa es una esperanza

El responsable de este cultivo en de AVA-Asaja, que también es el actual presidente de la Denominación de Origen Chufa de Valencia, Antonio José Gimeno, ha concretado que: «los agricultores llevamos tres o cuatro campañas consecutivas con unas cotizaciones por encima del umbral de rentabilidad».

«Mientras que otros cultivos tradicionales de la huerta de Valencia como la cebolla, la patata o la sandía vienen sufriendo una crisis continuada de precios y una disminución drástica de su superficie, la chufa se ha convertido en la principal esperanza a la que agarrarse para salvar este emblemático paisaje periurbano», ha explicado Gimeno.

AVA-Asaja ha puesto la chufa como ejemplo de cómo «la sensatez con la que actúa el conjunto del sector, la promoción de los beneficios saludables del producto y el equilibrio entre la oferta y la demanda pueden generar precios justos para todos los eslabones de la cadena comercial, incluidos los productores».

Según ha asegurado, «el tirón del turismo en España ha contribuido a aumentar el consumo de horchata, pero el resurgir de este tubérculo viene dado, sobre todo, a raíz de su catalogación como ‘super food’ y su inclusión en dietas saludables que últimamente se han puesto de moda en Estados Unidos, Alemania o Reino Unido».

La asociación ha afirmado que «cada vez son más los consumidores que aprecian las virtudes de la chufa», entre las que ha destacado su alto contenido de fibra, magnesio, potasio, vitaminas E y C y proteínas de origen vegetal, entre otros.

Asimismo, han señalado que el crecimiento de la demanda se debe también al aumento de su consumo en otro usos más allá de la horchata, como es la chufa en fresco consumida como aperitivo.

«También gana cuota de mercado la chufa en forma de harina para cocinar, ya que no tiene gluten y los nuevos seguidores de dietas paleolíticas la demandan para preparar platos a su gusto», han dicho, y han añadido su uso en cosmética y en la elaboración de aceites, cervezas, turrones o licores.

AVA-ASAJA advierte de que «no hay que caer en la autocomplacencia, porque el cultivo tiene importantes problemas por resolver»

«Este tipo de mercados, que suelen contar con mayor poder adquisitivo, manifiestan una preferencia especial por la chufa ecológica y, ante esta tendencia, el sector está haciendo una apuesta fuerte por elevar la cosecha bajo estos métodos de producción».

Según AVA, alrededor de 500 agricultores cultivan unas 5.800 hanegadas y producen 8.000 toneladas de chufa en 16 pueblos de la comarca valenciana de l’Horta Nord.

Gimeno ha advertido de que «no hay que caer en la autocomplacencia, porque el cultivo tiene importantes problemas por resolver».

«La mancha negra, que el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) no acaba de identificar como un hongo u otra clase de patógeno, carece de tratamientos eficaces para su control, incrementa los costes en la selección de las semillas y aumenta el destrío de la producción obtenida a lo largo del periodo de secado natural de la chufa», ha explicado.

«Además, los agricultores necesitamos realizar una rotación constante de los cultivos para mantener la tierra fértil y, aparte de la chufa, no encontramos más alternativas rentables», ha concluido Gimeno.

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