La Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha adoptado la decisión de «ajustar» las dotaciones de agua para riego en las seis masas de agua del Alto Guadiana, que se distribuyen a lo largo de varias provincias castellanomanchegas, a pesar de la protesta realizada este mismo jueves por los regantes a las puertas de la CHG. Eso sí, el recorte ha sido menor de que se había propuesto inicialmente.

El presidente de la CHG, Samuel Moraleda, ha explicado este jueves 12 en rueda de prensa, los acuerdos adoptados por el Consejo del Agua de la Demarcación y la Junta de Gobierno de la CHG, en la que se ha puesto de manifiesto que la decisión de realizar estos ajustes obedece a la situación de «alerta» que tienen los acuíferos y el estado de «emergencia» alcanzado por falta de lluvias.

Los recortes de la dotaciones para riego afectarán a las masas de agua de Consuegra-Villacañas, Rus Valdelobos, Mancha Occidental I, Mancha Occidental II, Lillo-Quintanar y Sierra de Altomira.

De esta manera se ha aprobado para 2020 una dotación de 1.980 metros cúbicos por hectárea para los cultivos herbáceos y de 1.400 metros cúbicos por hectárea para los cultivos leñosos que suponen una reducción del 5% y del 6,67% en las masas de agua Mancha Occidental I, Mancha Occidental II y Rus-Valdelobos con respecto a las dotaciones de 2019.

La CHG aclara que al hacer estos ajustes se ha tomado en consideración la propuesta presentada por el Gobierno de Castilla-La Mancha

En las masas de agua de Consuegra-Villlacañas, Lillo-Quintanar y Sierra de Altomira se ha aprobado una dotación de 2.100 metros cúbicos por hectárea para los cultivos herbáceos y de 1.400 metros cúbicos por hectárea para los cultivos leñosos que suponen una reducción del 4,5% y del 6,67%, respectivamente para la próxima campaña de riegos del año 2020.

Moraleda ha comentado que al hacer estos ajustes se ha tomado en consideración la propuesta presentada por el Gobierno de Castilla-La Mancha en las diferentes Juntas de Explotación.

Samuel Moraleda ha señalado que la situación en la que se encuentran los diferentes acuíferos que conforman las masas de agua, ha llevado a la CHG a tomar esta decisión de planificación.

Y ha apuntado que los datos sobre el descenso piezométrico que se registra en las diferentes masas de agua ponen de manifiesto la disminución de las reservas disponibles de agua en la zona del Alto Guadiana.

Según Moraleda, estos datos «no están tergiversados y son veraces» y se basan tanto en las mediciones que hacen los técnicos de la CHG en más de 250 piezómetros de la red que tiene el organismo de cuenca en esta zona y en los datos propios que elabora el Instituto Geológico Minero (IGME) de España.

En este sentido, ha apuntado que hay datos que son muy concluyentes, como el que se dan en las tres masas centrales de agua del Alto Guadiana, Mancha Occidental I, Mancha Occidental II y Rus-Valdelobos, donde entre marzo y septiembre de 2019, los meses en los que se riega en esta zona de Castilla-La Mancha, se ha producido un descenso medio de 3,3 metros de los acuíferos.

El presidente de la Confederación del Guadiana ha precisado que equivalen a unas extracciones aproximadas de 418 hectómetros cúbicos en este periodo.

Y ha asegurado que los datos de lluvias del año hidrológico actual no son tan positivos como lo indican la organizaciones agrarias, porque los 80 litros por metro cuadrado que ha llovido hasta ahora están por debajo de la media de los periodos de referencia.

La situación actual de sequía y nuevos periodos de sequía que se pudieran producir impedirían que se cumplieran los objetivos de mantener el estado cuantitativo de las masas de agua, ha señalado Moraleda, que ha añadido que la situación de ajuste de la dotaciones de agua permanecerán mientras se mantengan los escenarios de alerta y escasez de agua en las distintas masas de agua.

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