La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha negado este martes 6, en contra de lo denunciado por las organizaciones agrarias, que existan acumulaciones de topillos campesinos muertos en las márgenes de los ríos y de los arroyo.

Las organizaciones agrarias han criticado «la inacción» de la Confederación Hidrográfica del Duero ante la plaga de topillos en la comarca de Tierra de Campos y le ha reprochado que derive la responsabilidad de la recogida de los cadáveres de los roedores a las comunidades de regantes.

En concreto, Asaja Palencia ha denunciado que los topillos se guarecen, entre otros, en los márgenes de ríos y arroyos gestionados en su mayor parte por la CHD, hasta que se produce una explosión demográfica que les hace pasar a las parcelas de los agricultores, que ven cómo se dañan sus cosechas.

Pero, ante el repunte de poblaciones de topillos localizado en determinada comarcas, la CHD ha asegurado en un comunicado que por el momento no se han detectado problemas significativos o acumulación de cadáveres en los cauces, arroyos o canales de la Confederación.

Reconoce la presencia de topillos por los campos aledaños y el entorno de ríos y arroyos, pero no acumulaciones dentro de los cauces

La CHD ha informado de que está «apoyando» a las comunidades de regantes que lo han solicitado en la limpieza y retirada de topillos muertos, como ha ocurrido en el Canal de la Retención, en Palencia, donde los cadáveres localizados han sido extraídos y acumulados para su transporte y gestión posterior por parte de una entidad autorizada.

Ha reconocido que hace varias semanas se detectó una acumulación de cadáveres en el río Valdeginate, a la altura de la carretera CN-610, que ya está solucionado.

A pesar de haber aumentado la vigilancia sobre cauces de ríos y arroyos de esta zona, lo único que ha observado la guardería de la CHD es la presencia de topillos por los campos aledaños y el entorno de ríos y arroyos, pero no acumulaciones de topillos muertos dentro de los cauces.

La CHD ha insistido en que los márgenes de ríos y arroyos «no son el origen del problema, sino el receptor de una explosión demográfica que es cíclica, según los expertos».

Además, ha advertido de que «la existencia de cauces completamente modificados por la transformación agraria no favorece que el problema pudiera verse atenuado».

Y en relación con esto ha puesto de manifiesto que «una vegetación de ribera desarrollada, estructurada y madura, además de suponer una mejora paisajística y contribuir a la depuración natural de las aguas y a la eliminación del exceso de nutrientes de origen agrario que van a parar a nuestros ríos y acuíferos, albergaría los depredadores naturales de los topillos».

Como depredadores naturales del topillo, la CHD se ha referido a las rapaces, tanto nocturnas y diurnas, y a los pequeños mamíferos carnívoros y reptiles.

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