La Comisión Europea, igual que ha hecho con España, ha expresado reservas sobre el Plan Estratégico nacional de Francia, diciendo que no cumplió con los compromisos ambientales de la nueva Política Agrícola Común (PAC) y se queda corto en su transición verde, según informa EURACTIV Francia.

La semana pasada, la Comisión envió cartas de observación a los 19 estados miembros que presentaron sus planes a tiempo. La carta se enfoca en las fortalezas y debilidades de cada plan, y sugiere áreas de mejora.

La Comisión también dijo que daría tiempo a los países de la UE para reaccionar y adaptar sus planes.

Este informe detallado de 30 páginas, publicado por primera vez por el medio de comunicación Contexte el 4 de abril, recuerda los principales objetivos del NSP para implementar la futura PAC entre 2023 y 2027 es impulsar la transición verde.

Los países de la UE, incluida Francia, deben “fortalecer la resiliencia del sector agrícola”, “reducir su dependencia de los fertilizantes sintéticos” y “aumentar la producción de energía renovable”, según la Comisión, que cita la actual guerra en Ucrania, el las crisis climática y de biodiversidad como desafíos clave.

Francia también debería “transformar su capacidad de producción mediante la promoción de métodos de producción más sostenibles”, agrega la carta.

Si bien reconoce los esfuerzos de Francia en términos de resiliencia de los diversos sectores, el informe es muy crítico con el NSP, que “solo apoya parcialmente la transición ecológica de los sectores agrícola y forestal”.

GASES DE EFECTO INVERADERO, BIENESTAR ANIMAL Y AGUA

Entre las 20 áreas de mejora, la Comisión destaca la falta de ambición en cuanto a la limitación de las emisiones de gases de efecto invernadero en la ganadería, a pesar del importante apoyo público al sector.

La carta critica a Francia por no haber tomado «medidas significativas para mejorar el bienestar animal, en particular, para fomentar la crianza de cerdos sin corte de cola y sistemas de crianza no confinados para gallinas ponedoras, terneros y cerdas».

En cuanto a la protección del agua, se invita a Francia a «revisar al alza el nivel de apoyo a los objetivos de protección del agua y gestión de fertilizantes» para contribuir de manera efectiva a los objetivos de la Directiva Marco del Agua (DMA) e impulsar la transición verde.

Francia también ha sido llamada a aumentar la inversión en la “reducción efectiva del consumo de agua en la agricultura (…) para alcanzar los objetivos de la DMA y adaptar la agricultura al cambio climático”.

ECOESQUEMAS Y NUEVAS ETIQUETAS

Sobre los ecoesquemas, el ejecutivo europeo lamenta que se premie de la misma forma a los cultivos ecológicos y aquellos con etiquetas de Alto Valor Ambiental (HVE), un tema ampliamente discutido recientemente.

La etiqueta HVE ha sido fuertemente criticada desde su integración en el NSP francés, ya que sus especificaciones son mucho menos restrictivas que la agricultura ecológica.

Así, se ha aconsejado a Francia que «diferencie los niveles de remuneración» y proponga un «tercer nivel de pago para recompensar a los agricultores por adoptar las prácticas más virtuosas».

Según la Comisión, el presupuesto para las medidas climáticas y medioambientales de la transición verde del segundo pilar de la PAC, dedicado al desarrollo rural, es “el más bajo de todos los planes estratégicos presentados formalmente”.

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