La Comisión Europea (CE) ha optado por lavarse las manos y no ha tomado ninguna medida concreta para hacer frente al problema de los fertilizantes en el campo europeo, pese a que hasta 15 países, incluido España, abogaban porque se tomaran medidas a corto plazo. En la reunión no hubo un apoyo de los países para activar la reserva de crisis, con 450 millones de euros al año, ya que representaría recortar las ayudas de la PAC.

Desde la CE se han limitado a resaltar que el sistema agroalimentario de la Unión Europea (UE) no puede ser «rehén» de países como Rusia, del que el club comunitario ha dependido en gran medida para el suministro de fertilizantes.

«Nuestro enfoque a largo plazo es tener éxito en la transición verde de nuestros sistemas alimentarios, nuestra agricultura y nuestras prácticas de fertilización. Esto no es solo por razones medioambientales o climáticas, sino también para garantizar nuestra autonomía estratégica y reducir nuestras dependencias», declaró el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski.

«No podemos permitir que nuestros sistemas agroalimentarios sean rehenes de países como Rusia, que han demostrado que no se puede confiar en ellos», agregó, pero sin avanzar ninguna medida concreta.

El político se pronunció así durante la reunión de ministros de Agricultura de la UE celebrada en Bruselas y en la que se abordaron la escasez y los altos precios de los fertilizantes, en un contexto marcado por la invasión rusa de Ucrania.

En concreto, debatieron un documento que la Comisión presentó este mes con medidas para ayudar a los productores a hacer frente al alza de precios de los fertilizantes y tratar de reducir la dependencia de las importaciones, en el contexto de la escasez y el encarecimiento como consecuencia de la guerra.

La comunicación enumera buenas prácticas que incluyen la posible activación de la reserva de crisis, el recurso a las ayudas de Estado o dar prioridad a los productores de fertilizantes a la hora de usar el gas en caso de una interrupción del suministro.

ASUMEN QUE LOS AGRICULTORES ESTÁN COMPRANDO MENOS FERTILIZANTES POR LOS ALTOS PRECIOS PERO NO APORTAN NINGUNA MEDIDA CONCRETA

Asimismo, se debatió un texto español que también trata los problemas de asequibilidad y disponibilidad de los fertilizantes y que apoyaron una quincena de Estados miembros.

Wojciechowski reconoció que la disponibilidad y asequibilidad de los fertilizantes «es un problema apremiante que debe ser abordado con firmeza y rapidez» pero ni supo avanzar ninguna medida concreta.

Recalcó que los productores de fertilizantes se encuentran entre las industrias que consumen más energía y utilizan gas natural para producir amoníaco y otros productos nitrogenados.

«Con los precios del gas al alza, el 70% de nuestras plantas de amoníaco se cerraron durante el verano. Actualmente, incluso con la reciente relajación de los precios del gas, cerca del 50% de la capacidad de producción de amoníaco permanece fuera de operación», expuso.

Indicó que en función de los productos y su composición, los fertilizantes son entre tres y cinco veces más caros que el promedio a largo plazo. Pese a ello no concreto ningún nuevo plan a corto plazo ni presentó ninguna medida concreta para solventar el problema.

ESPAÑA RECLAMA UNA VERDADERA ESTRATEGIA INTEGRAL CON MEDIDAS CONCRETAS

«Tenemos indicios de que los agricultores han estado comprando menos fertilizantes de lo habitual. Por supuesto, los altos costes de la energía y los fertilizantes juegan un papel importante en el aumento de la inflación de los precios de los alimentos», expresó.

En ese sentido, incidió en que los altos precios del gas natural y de las materias primas afectan a la producción de fertilizantes, lo cual eleva el precio de los fertilizantes que, a su vez, repercute sobre la producción de alimentos.

«Esto, a su vez, genera altos precios de los alimentos», dijo, y destacó que la «principal causa de la crisis de los fertilizantes es la crisis del gas», por lo que instó a seguir observando «de cerca» el importe del gas.

El ministro español de Agricultura, Luis Planas, señaló la importancia de reducir la dependencia del exterior para el suministro de fertilizantes y pidió a la Comisión «una verdadera estrategia integral sobre fertilizantes con medidas concretas, particularmente, en el corto plazo, para apoyar a agricultores y la industria de fabricación de fertilizantes».

Sobre el incremento del techo de ayudas de Estado que permite otorgar hasta 250.00 euros a las empresas del sector agrícola, advirtió de que ese apoyo público «debería ser la excepción y no la norma».

«Si no, están alterando las condiciones de competencia en el seno de la Unión y eso no nos parece positivo», dijo, e insistió en «explorar» soluciones a corto plazo.

Más países, además de España, pidieron más medidas a corto plazo y formas de financiación alternativas a los apoyos nacionales, tal y como comunicó en la rueda de prensa posterior al encuentro el ministro checo, Zdenek Nekula, cuyo país preside la UE este semestre.

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