En una pregunta dirigida a la Comisión Europea, la eurodiputada socialista y vicepresidenta de la comisión de Agricultura en el Parlamento Europeo, Clara Aguilera, ha planteado si considera que el control de la inspección fitosanitaria en Holanda es el adecuado para garantizar la seguridad fitosanitaria del sector citrícola europeo si fuera cierto que dicha inspeccción fitosanitaria de este puerto está en manos de los importadores.

En la misiva, se explica que el Comité de Gestión de Cítricos ha accedido a diversa documentación de la empresa responsable de inspecciones, Citrus Growers Asociation of Southern Africa, que revela gran disparidad, de rigor e independencia, en la inspección en frontera de la Blak Spot entre Holanda, principal canal de acceso citrícola de Europa, y España, principal productor.

Según este informe, en la campaña de 2014 (última campaña en la que Sudáfrica envió cítricos a puertos españoles), la inspección holandesa demostró ser 28 veces más ineficaz en la detección del patógeno Gignardia Citricarpa (el hongo que provoca la mancha negra) que la española. Se da la circunstancia de que en Holanda es una empresa privada la que realiza este tipo de controles en vez de hacerlo funcionarios del Ministerio de Agricultura.

Aguilera señala que, según datos publicados, desde 2015 Sudáfrica evita los puertos españoles enviando sus cítricos a la UE vía Rotterdam, para el consumo fresco en Europa continental y vía Reino Unido, para zumos. Estos datos, publicados en la prensa, constatan además que el organismo privado, que realiza la inspección fitosanitaria en Países Bajos, el Kwaliteits Control Bureau (KCB), integra en su consejo de administración a los propios importadores de frutas y hortalizas holandeses.

Por ello, vicepresidenta de la comisión de Agricultura en el Parlamento Europeo pregunta al Ejecutivo comunitario si ha verificado la peculiar situación de la empresa KCB encargada de la inspección fitosanitaria de los cítricos que entran en la UE por el puerto de Rotterdam.

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