Apicultores y empresas del sector han constituido la asociación ‘La abeja es vida’ con el fin de «salvar al sector apicultor de su desaparición» y que aspira a ser, desde su epicentro en la Comunitat Valenciana, una organización profesional de ámbito nacional con interlocución ante las Administraciones.

Este nuevo colectivo, que tiene como objetivo la defensa de la apicultura, las abejas y su beneficio medioambiental, destaca en un comunicado que la primera acción es conseguir la anulación del decreto de la ‘pinyolà’ en la Comunitat Valenciana, porque, asegura, está «desfasado» y obstaculiza «la actividad apícola, la pervivencia de las abejas y la polinización en las zonas citrícolas».

Este decreto, creado para evitar la polinización cruzada de cítricos, que impide la instalación de colmenas en muchas áreas agrícolas y que se aprueba desde 1983, es el primero por el que este colectivo ha decidido activarse.

‘La abeja es vida’ participó en la protesta apícola del pasado 6 de noviembre en València y prepara movilizaciones en contra del decreto de la ‘pinyolà’, para que no se prorrogue en 2021, han afirmado desde la asociación en un comunicado.

Asimismo, desde el colectivo han declarado que esta es una asociación nacional de apicultores, creada para unir al sector y salvarlo de la amenaza de desaparición, en defensa de las abejas, la miel y la actividad apícola, así como una entidad sin ánimo de lucro que quiere ser interlocutora ante las Administraciones Públicas, a través del papel medioambiental de este sector.

Desde la asociación han destacado que la entidad, presidida por Alejandro Boronat, aglutina ya a decenas de apicultores de toda España e inicia ahora una campaña de captación de socios, y prepara un calendario de movilizaciones en contra del decreto de la ‘pinyolà’.

«Nuestra primera reivindicación es el fin de la norma de la ‘pinyolà’, que en 2021 podría prorrogarse de nuevo y es la amenaza de muerte a las abejas en la Comunitat. El sector citrícola ha cambiado mucho desde entonces y ya no tiene sentido prohibir las colmenas para combatir la polinización cruzada. Perjudica no solo a los apicultores y a la miel de Valencia, también a agricultores que quieren polinización natural», ha recalcado Boronat.

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