La Iniciativa CORK, agrupación de asociaciones e instituciones del sector del corcho en España, presenta el valor añadido que el tapón de corcho aporta no solo al sector vitivinícola, sino al conjunto de la sociedad. El tapón de corcho es un producto autóctono, natural y de características únicas y que genera un impacto muy positivo en ámbitos clave del país, como la economía, la industria, el medioambiente y la cultura.

España es el segundo productor mundial de corcho, por detrás de Portugal. El sector corchero es uno de los principales motores económicos en territorios como Cataluña, Andalucía y Extremadura con más de 150 empresas que generan 2.000 empleos directos y que ascienden hasta 3.000 durante la época de saca del corcho (junio-septiembre). España genera el 30% de la producción mundial de corcho y fabrica más de 1.900 millones de tapones al año.

Esta producción supone una facturación total superior a los 350 millones de euros anuales, con unos niveles de exportación cada vez más al alza a raíz de la entrada de nuevos mercados productores de vino, aunque EE.UU. se mantiene como el principal importador de tapones de corcho españoles.

El sector del corcho se ha afianzado como una actividad económica competitiva, con gran productividad y un enorme potencial de crecimiento, apostando por la excelencia, la innovación y la calidad como principales valores. Con una fuerte inversión en I+D, que ha superado los 42 millones de euros en los últimos tres años, se ha convertido en la industria más tecnológicamente avanzada del país. Mediante la implementación de las últimas innovaciones técnicas, sofisticados sistemas de producción y estrictos controles de calidad, las empresas corcheras están en constante desarrollo y mejoran de forma continuada las prestaciones del tapón de corcho.

Tapón de corcho, el único cierre sostenible

A nivel medioambiental, estudios pioneros en España han demostrado que el tapón de corcho es el único cierre sostenible del mercado que protege el entorno natural, no solo porque cuenta con una huella de carbono positiva, sino porque además contribuye a la retención de CO2 de la atmosfera y genera unos servicios ambientales esenciales para el medio ambiente. Además, los bosques alcornocales conforman uno de los 35 ecosistemas más ricos del mundo a nivel de biodiversidad, constituyendo un gran patrimonio natural y hábitat de fauna y flora de gran valor.

En un momento crítico para el futuro de nuestro planeta, siendo el ecosistema Mediterráneo uno de los más amenazados, es necesario apostar por soluciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. En este sentido, el tapón de corcho es un producto orgánico, 100% reciclable y biodegradable y que contribuye, además, a la conservación y preservación de un ecosistema y del entorno natural, en general. Los bosques alcornocales juegan un papel vital en la mitigación del cambio climático, la prevención de incendios, la regulación del ciclo hidrológico o el control de la desertificación.

A parte de la relevancia económica y tecnológica del sector del corcho, así como su elevado valor ambiental, el tapón de corcho juega también un papel clave a nivel cultural, gastronómico y enológico. El tapón de corcho influye en la vinificación de los vinos y mejora las propiedades organolépticas de los mismos, permitiendo que los caldos estén en continua evolución.

Asimismo, el corcho contribuye a la evolución positiva de los taninos, la mejora del sabor en boca, el redondeo del cuerpo del vino o la eliminación de los aromas reductivos, entre otros.

“Desde la industria del corcho nos sentimos muy orgullosos de poder contribuir a la riqueza de este país y a generar un impacto positivo en ámbitos tan importantes como el medioambiente, la economía, el desarrollo tecnológico o la cultura Mediterránea”, comenta JoanPuig, portavoz de la Iniciativa Cork. “La labor de la Iniciativa Cork, centrada en difundir y concienciar sobre la importancia de apostar por un producto natural y nacional como el tapón de corcho, es totalmente necesaria para preservar un ecosistema único como el bosque alcornocal y una industria histórica como la corchera”.

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