El Gobierno italiano ha tomado la iniciativa de prohibir la instalación masiva de placas fotovoltaicas en tierras agrícolas, priorizando así la protección de los agricultores y el equilibrio ecológico. Por su parte, Sumar acaba de presentar en España una Proposición No de Ley (PNL) para regular la instalación de placas solares en terrenos cultivables y áreas de especial protección ecológica.

Para SOS Rural, la decisión italiana se trata de un movimiento político «absolutamente decisivo para el conjunto del campo en el sur de Europa, que está siendo presionado por regulaciones locales y nacionales que facilitan el alicatado masivo de tierras de cultivo propiedad de agricultores previamente atosigados con una legislación que hace inviable su actividad».

Esta acción ha sido recibida con satisfacción por parte de SOS Rural, para quien «Italia sienta un precedente que nos anima a seguir denunciando los abusos de políticos y multinacionales frente a agricultores y ganaderos desunidos, débiles y aplastados por regulaciones leoninas y kafkianas».

Además, en España, Sumar acaba de presentar una Proposición No de Ley (PNL) para regular la instalación de placas solares en terrenos cultivables y áreas de especial protección ecológica, dado que reconoce una preocupación similar a la que ha llevado a Italia a preservar las tierras agrícolas y el medio ambiente, buscando establecer medidas que armonicen la producción de energía con la actividad agrícola.

PREOCUPA LA DESERTIFICACIÓN QUE PROPICIA LA INSTALACIÓN MASIVA DE PLACAS, YA QUE, DEBAJO DE ELLAS, NO CRECE NADA DEBIDO A LOS HERBICIDAS QUE SE APLICAN

La acción del Gobierno de Italia obedece también a la preocupación por la extensión de la desertificación que propicia la instalación masiva de placas, ya que, debajo de ellas, no crece nada debido a los herbicidas que se aplican, de tal forma que el suelo queda yermo. Una vez pinchada la burbuja de las placas, donde había cultivos verdes que capturaban CO₂ sólo quedará suelo seco inservible, chatarra y cristal.

Para SOS Rural, la iniciativa de Italia marca un antes y un después. Y destaca que este asunto «va de sentido común». Si un Gobierno de centro-derecha como el que preside Giorgia Meloni coincide con Sumar en España y con el sentir abrumador del campo europeo, es que este tema no va de ideologías. Ese es precisamente el argumento central de SOS Rural».

En esta línea, SOS Rural ha abierto un canal de escucha para atender las situaciones personales que están haciendo llegar agricultores de buena parte de España «que se sienten engañados por las multinacionales que les presionan para instalar placas;  que se sienten coaccionados por leyes locales, como la mal llamada del Mar Menor de la Región de Murcia, donde se está alicatando literalmente un campo que es modelo de producción en el mundo; o de expropiaciones de tierras de cultivo familiares por parte de Administraciones locales».

«Es el momento de reafirmar el papel fundamental de la agricultura en nuestras sociedades y la actividad en general en el mundo rural, y de reconocer que su protección es una responsabilidad compartida», señala SOS Rural. El movimiento insta a todos los grupos políticos a trabajar juntos para asegurar un equilibrio adecuado entre la producción de energía y la protección del medio ambiente, la soberanía alimentaria y la protección de la actividad agraria y ganadera.

×