La empresa vasca Ternua ha apostado por una nueva tecnología a la que han denominado Artileshell para aplicar en la ropa que confecciona un aprovechamiento de un recurso como es la lana de la oveja latxa,  que es un residuo para los pastores vascos y que además cuesta dinero para los pastores y para la administración. Su proyecto consiste en el reciclado de la lana de oveja latxa para su uso como aislante en ropa de alta calidad.

Según señala la propia empresa, «es un claro ejemplo de economía circular que aporta a la sostenibilidad del territorio y del medio ambiente mediante el desarrollo de una tecnología innovadora».

Esta iniciativa se une a otras ya realizadas por Ternua ya que en su ADN, forjado en 1994, ya apostaba por la sostenibilidad. Quería diseñar ropa pero bajo parámetros de dañar lo menos posible el medio ambiente, intentando utilizar materias primas existentes, dándoles una segunda vida, reduciendo la huella de carbono (utiliza a día de hoy en sus prendas materiales reciclados como posos de café, plástico del mar, redes de pesca, pluma, lana, etc.)

En 2016, Ternua comenzó a pensar en el entorno próximo (Gipuzkoa y País Vasco) con proyectos de economía circular como REDCYCLE, un proyecto de recogida y reciclado de redes de pesca abandonadas en el mar con las que han hecho pantalones, chaquetas, mochilas o un buzo de montaña. En 2018 hicieron una acción de recogida de cáscaras de nueces de las sidrerías vascas que transformaron en tinte natural para sus prendas (proyecto NUTCYCLE) y el año pasado presentaron SEACYCLE, de recogida de plástico del mar Cantábrico con el que han hecho camisetas.

«Todos ellos proyectos de economía circular, de nuestro compromiso con la tierra y con el entorno, cuyos vídeos podéis ver en nuestro canal de Youtube. Iniciativas donde hemos involucrado a diferentes agentes con el fin de colaborar porque pensamos que la unión hace la fuerza».

Ahora le ha tocado el turno de reciclar esta lana, por lo que las primeras chaquetas con relleno de oveja latxa estarán a la venta en octubre, dentro de la colección otoño-invierno 2020.

(Foto interior: Neiker)

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