Dos mujeres emprendedoras, Sandra Moscoso y Alicia Ruidiez, crean hamburguesas, chorizos y salchichones de toro de lidia para mitigar la dura cornada que ha supuesto la pandemia en las explotaciones del toro bravo. Un ejemplo de innovación porque han convertido un revés, como la pandemia, en una oportunidad de negocio.

El quinto programa de ‘Pioneros’ de Jerez Televisión se adentra en tierras del toro bravo de la mano de Alicia Ruidiez y Sandra Moscoso, dos pioneras que, en el peor momento de la pandemia, pusieron sus mentes a funcionar para conseguir ingresos para la explotación donde se crían los Cebada Gago, uno de los encastes más conocidos de España.

El mundo del toro, durante el confinamiento, recibió una cornada certera que dejó los ingresos al mínimo porque, de la noche a la mañana, se suspendieron los festejos y se cancelaron las visitas de agroturismo. Lejos de amilanarse, Alicia y Sandra, decidieron poner en marcha un plan con Ibertoro; aprovechar la carne de los toros para hacer hamburguesas de toro de lidia, chorizos y salchichones.

El camino ha sido complicado porque a la aventura normal de crear una marca (Ibertoro) y elaborar los productos, se unieron las dificultades propias del confinamiento y la imposibilidad de dar su producto a conocer cómo se merecía. Esta contrariedad no las detuvo y, en un año y medio, han conseguido encajar sus productos en el Corte Inglés, un escaparate que les aporta un marchamo de calidad y un claro respaldo.

GRANDES CONOCEDORAS DEL TORO BRAVO

Las dos son grandes conocedoras del toro bravo. Alicia cambió la productora madrileña de televisión en la que trabajaba por la vida en el campo y por amor. Pronto comenzó a ayudar a la familia de su marido, los propietarios de Cebada Gago, creando una línea de visitas al campo, agroturismo. Por su parte, Sandra Moscoso es una enamorada del toro, proviene de familia de ganaderos y consiguió, con esfuerzo y tesón, su gran sueño; ser matadora de toros.

Ambas saben que están abriendo una nueva línea de negocio para la gran “familia del toro” y así aprovechar una carne exquisita, de un animal que se cría en libertad, absolutamente mimado y con un manejo cuidado al detalle. “Los toros son unos auténticos atletas del campo y su crianza en las dehesas le confiere un sabor especial a la carne y unas propiedades nutritivas espectaculares”, apuna Moscoso. Ruidiez, por su parte, incide en que “el manejo de las reses es imprescindible para mantener un paisaje rico como la dehesa, que sin el toro se perdería” y, sabedora de ello, defiende que los productos que han creado en Ibertoro “no los hacemos para que se consideren de tercera, son excepcionales y queremos que se les reconozca el valor que tienen”.

Por eso, han confiado la venta al Corte Inglés y lo han colocado en restaurantes míticos como Musalima, El Duque, Las Banderillas, El Rincón de Martin, The Brother, Venta Cartuja, y el hotel Royal Hideaway de la cadena Barceló, en la provincia de Cádiz. Taberna La Caraba, Las Brasas de Valsaín y Trafusca, en Madrid, y Villa Marcilla en Navarra.

Una iniciativa que tiene mucho recorrido. Alicia y Sandra, ya piensan en más productos y en llevarlos a todos los rincones de España. Lo destacable es que han convertido un revés, la pandemia, en una oportunidad de negocio que hará las delicias de los carnívoros y abre nuevas posibilidades al toro bravo.

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