UPA califica como lamentable que la competencia desleal de una empresa de semillas de remolacha en nuestro país vaya a perjudicar severamente los intereses de todos los cultivadores de Castilla y León en la presente campaña, provocando que se prohíba la siembra de remolacha con neonicotinoides.
En un año como éste, con precios del azúcar como hace tiempo que no se conocían y que por lo tanto convertía al cultivo de la remolacha en una buena alternativa para el agricultor desde el punto de vista económico, todo se ha ido al traste debido al movimiento de una empresa de semillas motivada única y exclusivamente por expulsar a sus competidores del mercado, aunque sea a costa de los remolacheros.
La consecuencia de estas maniobras desleales al margen del interés común es lo que ha provocado que España no haya podido solicitar a Bruselas la prórroga durante esta campaña del uso de semilla de remolacha tratada con neonicotinoides, demostradamente eficaz para acabar con enfermedades de la planta que provoca el pulgón y la pulguilla.
«NADIE PUEDE GARANTIZAR A DÍA DE HOY QUE LA ALTERNATIVA ANUNCIADA POR LA EMPRESA SEA REALMENTE EFICAZ PARA EL CULTIVO”
Lo cierto es que cuando las negociaciones del sector estaban muy bien encaminadas para que el Ministerio de Agricultura sacará adelante la autorización en España durante un año más para la siembra de remolacha con este insecticida básico para el cultivo, se ha decidido dar marcha atrás, y todo porque una de las empresas que vende semilla en el mercado español ha anunciado públicamente tener una alternativa a los neonicotinoides.
Cabe recordar que otros países europeos han llegado a acuerdos por el bien común de su sector y que se asemejan al que prácticamente teníamos cerrado en España, por lo que durante esta campaña muchos cultivadores europeos a diferencia de los españoles sí podrán utilizar la semilla tratada con este insecticida.
Lamentablemente en España la estrategia de una sola marca comercial supone a efectos prácticos que se quede no solo con el monopolio absoluto en el mercado de las semillas, sino que provoca un enorme malestar y disgusto entre el sector productor, que no podrá elegir con libertad variedades que años atrás sembraba y que funcionaban tan bien.
«Nadie puede garantizar a día de hoy que la alternativa anunciada por la empresa que ha roto el consenso del sector y que dice haber encontrado nuevos componentes activos para atajar determinadas plagas, sea realmente eficaz para el cultivo, y por lo tanto nadie nos puede asegurar que genere beneficios o no al productor», lamentan desde la organización.
UPA adelanta que, «si al final la semilla de esa empresa que ha roto el consenso de todo el sector no cumple con la eficiencia que dice tener contra los daños que provoca la pulga y la pulguilla y en consecuencia se produce una merma o pérdida de producción importante, le pediremos responsabilidades por los daños económicos que genere a los cultivadores de Castilla y León».