La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila ha lamentado «el oportunismo de los parlamentarios de la formación política Podemos en las Cortes de Castilla y León, haciéndose eco de postulados radicales ecologistas que tratan de demonizar a los ganaderos de producción de visones y poner en entredicho el trabajo de control oficial llevado a cabo por los veterinarios».

Para la organización, es lamentable contemplar como la formación morada y los radicales ecologistas «tratan de destruir cualquier actividad productiva, en este caso poniendo en entredicho un sector ganadero que, aunque minoritario, supone el trabajo y sustento de las familias que se dedican a esta respetable producción ganadera».

«UN FANATISMO QUE HA LLEVADO A LOS ECOLOGISTAS, CUYOS DOGMAS DEFIENDE PODEMOS, A LIBERAR VISONES CON LOS DAÑOS QUE ELLO PROVOCA SOBRE LA BIODIVERSIDAD»

En este sentido, el control que tiene la cría y producción de animales en nuestro país es de primer orden, y sólo desde el desconocimiento total se puede afirmar que existe “descontrol” como afirma la formación de extrema izquierda. Las granjas de producción y reproducción de visones, al igual que el resto de sectores ganaderos, cuentan con licencia para su actividad, código de explotación, se encuentran inscritas en el Registro de Explotaciones Ganaderas y son sometidas a rigurosos controles sanitarios por parte de los servicios veterinarios oficiales, tanto por parte de la comunidad autónoma como del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el caso del bienestar animal, por lo que no entienden el porqué se quiere demonizar a este sector.

Una actividad legal, que existe porque tiene una demanda y un mercado, aunque ya sabemos que a estos señores les molesta que haya personas que utilicen abrigos de piel de visón, una producción de orientación peletera tan respetable como cualquier otra. Un fanatismo que ha llevado en multitud de ocasiones a los ecologistas, cuyos dogmas defiende Podemos, a liberar visones con los daños que ello provoca sobre la biodiversidad.

La incidencia sanitaria ocurrida en la granja de visones de Navatalgordo, en la provincia de Ávila, es ajena a la gestión del ganadero como ocurre en la mayoría de las ocasiones con el resto de sectores ganaderos. Esta explotación, de carácter familiar, tiene el mismo derecho que cualquier otro tipo de ganadería del territorio español a, con todas las garantías sanitarias, volver a reiniciar su actividad en igualdad de condiciones cuando así se autorice.

Por último, ASAJA destaca «la profesionalidad, independencia y el buen hacer de los servicios veterinarios oficiales de la región y todo el territorio español, garantes de la sanidad animal, salud pública y bienestar animal a los que agradece su labor diaria para el impulso y modernización de todo el sector ganadero».

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