La Fundación Igualdad Animal ha lamentado el confinamiento «masivo» de las aves para evitar el impacto de la gripe aviar y ha puesto en duda la utilidad de esta medida, al considerar que «no resuelve el problema sino que lo agrava».
Para esta organización animalista, «la evidencia científica demuestra que la gripe aviar no se origina ni se expande únicamente por las aves silvestres, sino que está ligada al modelo intensivo de producción».
Igualdad Animal ha reiterado en un comunicado que el confinamiento es una opción «desproporcionada que afecta al bienestar de los animales».
La experiencia «demuestra» que estos confinamientos «pueden durar meses, convirtiendo un ‘encierro temporal’ en un estado casi permanente», ha añadido.
Es algo que «desincentiva a los sistemas que han invertido en mejorar el bienestar, como son las granjas sin jaulas y aquellas con acceso al exterior, y premia a quienes continúan operando bajo modelos intensivos que alimentan las crisis sanitarias».
Estas quejas se suman a otras, como las diputaciones vascas, que creen que los últimos datos sobre la gripe aviar «no justifican la adopción de medidas tan restrictivas como el confinamiento total de aves de corral» y dicen que la decisión del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación «resulta prematura y genera un daño considerable al sector campero».
Las instituciones forales de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava han difundido un comunicado conjunto tras una reunión telemática con representantes del sector campero del huevo -Euskaber, Lumagorri y Ovo 12- para abordar el impacto de las restricciones por la gripe aviar, quienes han expresado «su preocupación por las consecuencias del confinamiento obligatorio de las aves».

En el interior de cada ser vivo hay un ejército silencioso que defiende la vida. Es capaz de discernir, de proteger, de saber que es y que no es propio. Es la herramienta perfecta que usa la vida para estar en un mundo salvaje y hostil. La ley del más fuerte es otra cosa. Este sistema inmune se enfrenta para conocer y conociendo se supera. Es la maestra que enseña a vivir pero no protegiéndose del mundo sino aprendiendo de él. No es un escudo de laboratorio, es un espíritu salvaje que hace posible estar aquí. Si se enjaula, si lo domesticamos, entonces dejará de estar entrenado comprometiendo la vida y estará debilitado para las siguientes generaciones. Porque tiene memoria ancestral y lo que hay hoy es resultado de superación y de un buen combatir de nuestros antecesores. Las aves migratorias y salvajes son portadoras e incluso conviven con el virus hasta adaptarse y no suponer un riesgo porque su sistema inmune está entrenado, podría decirse lo mismo de las gallinas que ven el sol porque tienen diversidad genética e inmunológica al contrario que las encerradas que dependen de unas condiciones técnicas, veterinarias y genética óptimas para fines industriales. Es triste y terriblemente peligroso obviar este sistema inmune. Y la peor decisión es no permitir contacto con lo real porque cada herida enseña y fortalece la convivencia con el entorno y lo que es peor, debilitamos lo que dejamos a las futuras generaciones al no tener este entrenamiento constante.
Esto es el sistema inmunológico y en su esencia está la lección que olvidan los gobiernos cuando se creen dioses. Por nuestro bien pretenden proteger tanto que asfixian cuando deciden qué debemos hacer, criar, sembrar, respirar, pensar, etcétera, entonces no está curando al pueblo sino inmunodeprimiendo y deprimiendo.
Y un cuerpo sin memoria se enferma, y esa enfermedad lo ocupa todo. Algo así como dicen que cuando estás sano tienes mil problemas pero si estás enfermo sólo tienes uno.
Entonces votar y con conciencia no se convierte en un acto político sino en un acto inmunitario, por defensa para restaurar el equilibrio. En el ciudadano empieza a sentir que su voto es un anticuerpo, que su conciencia es linfa viva, que su libertad es un torrente que da al organismo salud. Y así el Poder deja de ser un virus, un parásito y vuelve a ser el organo que sirve.
Porque es una tragedia que estas políticas uniformes no sean capaces de distinguir entre una gallina feliz y una de macrogranja y que apliquen las mismas medidas para mundos diferentes.
En fin, señores políticos, al igual que el sistema inmune reconoce al cuerpo invasor y da respuesta, no por odio sino como defensa, asi el voto como un anticuerpo, no matará sino que restaurará el equilibrio.
Nos queréis hacer pasar fiebre, pues cuanto más larga y calenturienta vuestra maldad, más buena será la limpieza después del agotamiento y más aliviadora su llegada, como la atmósfera después de una gran tormenta.
No sé cómo decir que esto no va de expertos sino de distracción, de experimento, de globalismo, de nuevo modelo de mercado de laboratorios, de que estamos a 4 cosechas y media de la Agenda 2030, de malas personas…