La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) reclama la activación por parte de la Unión Europea de medidas adicionales y eficaces en las importaciones de cítricos, ya que las actuales se muestran insuficientes para contener la entrada de plagas y los posibles daños sobre el futuro de nuestras producciones citrícolas. COAG muestra su más absoluta indignación y rechazo por la situación de las importaciones de cítricos contaminados en la UE procedentes de países terceros.

Es especialmente preocupante la operativa que tiene lugar en el sector del limón y las importaciones desde países como Argentina, que acumula casi 60 interceptaciones de plagas de cuarentena, muy por encima de los datos de años anteriores. Este país se autoimpuso la prohibición de exportar cítricos al mercado europeo a partir del 1 de julio, tras las citadas interceptaciones y reconociendo el serio problema que afrontan, y es ahora paradójicamente cuando la UE se plantea prohibir las importaciones de este país para esta campaña. Ayer tuvo lugar un debate al respecto en el seno del Comité Permanente de Sanidad Vegetal de la UE.

Pedro Gomáriz, Responsable estatal de cítricos de COAG critica esta tardanza en reaccionar y reclama que “las medidas deben ser inmediatas, contundentes y eficaces para proteger nuestros cultivos de daños irreversibles provocados por plagas o enfermedades y además, deben mantenerse para futuras campañas, en tanto en cuanto no se asegure que no hay problemas, tanto de éste como de otros orígenes”. Gomariz ha añadido: “reclamamos al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que se extremen las medidas de vigilancia y control en nuestros puertos, así como la coordinación a nivel europeo para evitar la importación de plagas que acaben con nuestros cultivos”.

Las empresas importadoras además están introduciendo producto por otros puertos europeos, no españoles, con inspectores con menor experiencia, interés o preocupación por las consecuencias de la entrada de una plaga para los cultivos, aunque en muchas ocasiones el producto acaba siendo manipulado en almacenes de las propias zonas de producción en España, por empresas españolas, supuestas defensoras de nuestra citricultura.

“LOS LIMONES NO SE IMPORTAN SOLOS. HAY EMPRESAS DEL COMERCIO Y LA DISTRIBUCIÓN, EN MUCHOS CASOS ERRADICADAS EN NUESTRO PAÍS, QUE LOS TRAEN DESDE MUY LEJOS”

Mientras, por un lado, las autoridades de la UE se afanan por la liberalización comercial y las concesiones a las importaciones de cítricos a países como Sudáfrica o en el marco de los acuerdos de Mercosur, hundiendo las cotizaciones en el mercado europeo. Por otro lado, dejan en la más absoluta indefensión a los citricultores y citricultoras españoles y europeos por el insuficiente control de la sanidad de dichas importaciones y la ineficacia de las medidas en vigor, que son mucho más laxas que las que deben cumplir nuestros envíos al exterior.

COAG considera que esta dramática estrategia es responsabilidad de las autoridades comunitarias, que han convertido las fronteras de la UE en un coladero para las importaciones y las plagas y enfermedades de los cítricos, pero también de aquellos que introducen en producto en Europa y ponen en peligro la sanidad de nuestras plantaciones. “Los limones no se importan solos. Hay empresas del comercio y la distribución, en muchos casos erradicadas en nuestro país, que los traen desde muy lejos y revientan nuestros mercados, poniendo además en riesgo la viabilidad de nuestras explotaciones, que cada año se ven más atacadas por nuevos problemas fitosanitarios importados por estas empresas”, ha señalado Pedro Gomáriz.

Con la excusa de cubrir las necesidades del consumidor, en la actualidad se están llevando a cabo importaciones masivas y acumulación de producto traído desde miles de kilómetros de distancia, que busca reventar el comienzo de nuestra campaña en productos como el limón, en los que la inminente cosecha no muestra problemas de falta de producto, aún con el menor rendimiento por hectárea que se espera este año.

“Mientras los productores españoles mantenemos unas estrictas normas de producción, las importaciones nos llegan de manera descontrolada y destrozan el mercado europeo, en calidad y en cantidad”, indica Gomáriz. “En la actual situación de cambio climático, no se debería fomentar la entrada de producto de lejanía que no respeta el modelo europeo de producción y que supone un claro caso de dumping comercial frente a nuestros productos y un engaño al consumidor”.

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