España tiene en información pública desde este martes y hasta el 4 de febrero su plan estratégico para la Política Agrícola Común (PAC) 2023-2027; una guía aún pendiente de posibles modificaciones pero que ya perfila cómo será la hoja de ruta para conseguir la agriculturay la PAC más verde de la historia.

En la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) se puede consultar el dossier con la versión inicial del plan estratégico (219 páginas) y las 1.300 páginas de su Estudio Ambiental Estratégico, lo cual da una idea de la importancia concedida a las prácticas de sostenibiliad medioambiental.

Esta mayor ambición ambiental y climática tienen su respaldo presupuestario, ya que España estima que el 43 % del total del presupuesto contribuirá a dichos objetivos.

Estas son algunas de las claves contenidas en los documentos:

España contará con 47.724 millones de euros para el periodo 2023/2027.

Destaca el montante destinado a los pagos acoplados (24.290 millones de euros); ayudas básicas a la renta (12.080 millones); eco-regímenes (5.552 millones); ayudas complementarias a la renta (2.414 millones) y el pago a jóvenes agricultores (482 millones).

HERRAMIENTAS BÁSICAS

En el nuevo periodo de la PAC se contará con herramientas similares a las actuales: habrá ayudas desacopladas (ayuda básica a la renta para la sostenibilidad y que no requieren un tipo concreto de producción para percibirlas; son las herederas del actual pago básico); podrán incrementarse con pagos complementarios en el caso de explotaciones pequeñas y medianas, los jóvenes y las mujeres.

Además, hay ayudas asociadas, que están ligadas a cultivos o especies ganaderas concretas.

Las ayudas estarán sujetas, además, a la condicionalidad reforzada, que es el cumplimiento de una serie de buenas prácticas agrarias y medioambientales, así como requisitos legales de gestión en materia de clima y medio ambiente, salud pública, sanidad animal y vegetal, y bienestar animal.

Es decir, en la futura PAC la condicionalidad reforzada es más exigente que la actual condicionalidad como respuesta al reto ambiental y climático.

Una de las grandes novedades son los ecoesquemas, que son pagos anuales a los agricultores que acepten compromisos en materia medioambiental que vayan más allá de la condicionalidad reforzada.

Asimismo, habrá programas sectoriales, ayudas asociadas a la producción y todas las intervenciones de desarrollo rural.

En el caso de los programas sectoriales, en España ya existen los de frutas y hortalizas, vino y apicultura, pero se abre la opción de extenderlos a otros sectores, como el olivar tradicional.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

El plan se articula en torno a nueve objetivos específicos integrados en cuatro bloques (económico, ambiental, rural y del consumidor), más un objetivo transversal sobre modernización del sector, a través del fomento y la puesta en común del conocimiento, la innovación y la digitalización en las zonas agrícolas y rurales para lograr la PAC más verde de la historia.

El bloque ambiental es el que más objetivos recoge, un total de 30: de ellos, 10 de alta prioridad, 10 de media y 10 de baja; entre los de alta prioridad esta minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar la captura de carbono o reducir el impacto del cambio climático.

En el bloque económico se establecen 21 necesidades u objetivos (7 de alta; 8 de media y 6 de baja prioridad); entre las de alta se han incluido el apoyo a la renta, la productividad y sostenibilidad o el fomento de la I+D+i, digitalización y asesoramiento.

El bloque rural, por su parte, se sintetiza en 17 necesidades (4 de alta, 9 de media y 4 de baja prioridad); entre las prioritarias están promover el relevo generacional; bioeconomía; permanencia y asentamiento de nueva población, jóvenes y mujeres, y emprendimiento y talento innovador.

En el del consumidor, figuran 9 objetivos (4 de alta, 3 de media y 2 de baja prioridad), relativos al bienestar y seguridad animal; recortar el consumo de antimicrobianos en la producción animal o de fitosanitarios y fomentar las prácticas sostenibles.

La Comisión Europea hizo a España 17 recomendaciones y todas coincidían con la propuesta española, salvo una referente a la necesidad de llevar banda ancha al 100 % en 2025 en las zonas rurales y remotas, pero que el Gobierno asegura que se cubrirá con la estrategia España Digital 2025.

ECOESQUEMAS

Los ecoesquemas son una de las grandes novedades y la que más debate han generado en el sector y en la concepto de crear la PAC más verde de la historia.

Hay dos grupos -ecoesquemas para una agricultura baja en carbono y los de agroecología-, con siete prácticas en total.

En las relacionadas con el carbono se incluyen cuatro acciones posibles: el aumento de la capacidad de sumidero de carbono de los pastos con el impulso del pastoreo extensivo; la agricultura de conservación: la siembra directa (con gestión sostenible de insumos en regadío); la práctica de cubiertas vegetales espontáneas o sembradas en cultivos leñosos; y dichas cubiertas inertes en leñosos.

En los de índole agroecológica se enmarcan las prácticas de mantenimiento y mejora de la biodiversidad mediante la siega sostenible y los espacios de biodiversidad en las superficies de pastos y en tierras de cultivo y cultivos permanentes; y las rotaciones en tierras de cultivo (con gestión sostenible de insumos en regadíos).

DEFINICIONES Y REQUISITOS MÍNIMOS

Cada plan estratégico nacional , incluso este de la PAC más verde de la historia, recoge definiciones como qué es «actividad agraria», «agricultor activo» o «joven agricultor».

De todos ellos, ha sido la de «agricultor activo» la que más debate ha suscitado en España porque de ello depende la recepción del pago básico.

Finalmente, se considerará activo cuando esté afiliado a la Seguridad Social agraria por cuenta propia, o bien cuando un mínimo de 25% de sus ingresos proceda de la actividad agraria.

El requisito de agricultor activo no se aplica a los agricultores que habiendo sido beneficiarios de ayudas directas el año anterior hayan percibido menos de 5.000 euros, antes de la aplicación de las penalizaciones o exclusiones derivadas de los controles de subvencionabilidad o de condicionalidad.

Por otro lado, se establece en 40 años la edad límite para poder ser joven agricultor.

En cuanto a los requisitos mínimos, no se concederán pagos directos a los agricultores cuyo importe total antes de aplicar las penalizaciones administrativas por incumplimiento de los criterios de subvencionabilidad o condicionalidad sea inferior a 300 euros, aunque las autonomías podrán elevar este umbral.

Además, a todo agricultor al que se le deba conceder un montante en virtud de la ayuda básica a la renta cuyo importe sea superior a los 60.000 euros, se le aplicará una reducción a la renta que sobrepase dicha cantidad.

Se recortará un 25 % para el tramo comprendido entre 60.000 y 75.000 euros; el 50 %, entre 75.000 y 90.000 euros; del 85 % para 90.000-100.000 euros y del 100 % para los importes que superen los 100.000 euros.

(Texto: Juan Javier Ríos / Efeagro)

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